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Cerro Wangelen: obras rupestres, observatorio astronmico-orogrfico Mapuche-Inca y el sistema de ceques de la cuenca de Santiago 2kp43


Patricio Bustamante Daz [email protected]
Centro Cultural Diaguita Taller Taucan, Chile

Ricardo Moyano [email protected]
Becario Posdoctoral, Instituto de Investigaciones Histricas, UNAM

RESUMEN

Las evidencias arqueolgicas muestran que inicialmente el valle del Mapocho estuvo ocupado por grupos de habla mapudungun, a estos se superponen evidencias de ocupacin Inca con fechas cercanas al ao 1470 d.C. La evidencia histrica seala adems que la ciudad de Santiago fue fundada por Pedro de Valdivia, sobre un centro istrativo y religioso Inca, donde la actual Plaza de Armas y la Catedral Metropolitana ocupan el lugar de la antigua cancha y ushnu. El anlisis de las orientaciones orogrfico-astronmicas de los sitios arqueolgicos actualmente conocidos en la cuenca del Mapocho, sumado alregistro fotogrfico de eventos astronmicos observados desde la cumbre del cerro Huelen (Santa Luca), proporcionan evidencias paraproponer un posible sistema de ceques con centro en la actual Plaza de Armas, antigua Haucaypata. La evidencia arqueoastronmica muestra -adems- que la orientacin de la actual calle Catedral (cercana a los 83) marca fechas antes del equinoccio de septiembre, lo que lleva a pensar en la posibilidad que los incas y/o sus representantes buscaran marcar la posicin de la Luna llena cercana a la fiesta de la Citua Quilla Raymi, inicio de la primavera en el hemisferio sur. Tal fenmeno se conoce como crossover y permite gracias al conocimiento del ciclo Metnico (19 aos) y la extensin de 12 lunaciones (354 das) dentro de un ao solar (365 das), predecir el momento “fatdico” de peligro de eclipses dentro del ciclo de Saros (18.03 aos). Se propone que el cerro actualmente denominado Huelen, pudo llamarse originalmente Wangelen, cuyo significado estaba ms bien vinculado a un la observacin astronmica. Se propone que la Plaza de Armas pudo ser el equivalente al Haucaypata de Cuzco y un lugar inundable que podra constituir un instrumento pluviomtrico escala 1:1.

Palabras Claves: Santiago antiguo, sistema de ceques, astronoma de horizonte, instrumento pluviomtrico escala 1.1.

Fecha de recepcin: junio 3 de 2013


1. INTRODUCCIN 4j627

Cuando iniciamos este trabajo hace aproximadamente 20 aos en el pucara de Chena y hace 15 aos en la cuenca del Mapocho (Bustamante 1996, 2006a, 2006b), considerbamos que no haba mucho que decir respecto al pasado precolombino de Santiago, sin embargo, cremos necesario intentar encontrar cualquier pista que pudiese quedar respecto a ese pasado. Durante nuestro etapa inicial de la investigacin, la referencia fue el trabajo de Stehberg (1976) que de acuerdo con los paradigmas vigentes en la arqueologa en esa poca, sealaba que el pucara de Chena pudo ser una fortaleza destinada a defender un importante centro istrativo Inca en la cuenca de Santiago y tambin abastecer a los grupos de tropas incaicas en su proceso expansivo al sur de Chile central. Dicha hiptesis se sustentaba, en la existencia de un complejo sistema de regado, canales y acequias, caminos, centro istrativo, cementerios, huacas y adoratorios de altura como parte de la parafernalia Inca. Las mismas evidencias, sin embargo, no permitan entonces precisar la localizacin exacta del centro istrativo.

La hiptesis de Stehberg fue luego rebatida por Silva (1977-78), quien concluy errneamente, de acuerdo a la evidencia disponible en la poca, que la presencia Inca en la cuenca del Mapocho fue poco significativa, incompleta y tarda, de modo que no cumpla los requisitos necesarios para sostener la existencia de un centro istrativo de importancia, zanjando provisoriamente la discusin por las siguientes tres dcadas (Stehberg y Sotomayor 2012). Posteriormente surgieron nuevas y abundantes evidencias arqueolgicas de la presencia Inca en Santiago, donde diversos investigadores sealan la existencia de restos de un piso de ocupacin indgena bajo el nivel colonial y actual de la ciudad de Santiago (Prado 1997).

Los resultados de nuestro trabajo desde el punto de vista de la arqueoastronoma fueron publicados desde 2012 (Bustamante 2012, 2013; Bustamante y Moyano 2012) sealando que la ciudad de Santiago de Chile fue fundada sobre un sitio istrativo Inca (Stehberg y Sotomayor 2012), ubicado en torno a la actual Plaza de Armas, cuya orientacin de los ejes principales (camino del Inca y calle Catedral), no coincidan con los puntos cardinales, sino desplazados aproximadamente 7 al norte del este, incluyendo a un sistema local de ceques, describe adems la posibilidad de utilizar algunos cerros como marcadores de horizonte. Mientras que Moyano (2013), incluye la variable lunar y el fenmeno del crossover para explicar los 7 de desviacin con respecto al este.

Por Jernimo de Vivar (1558) sabemos que: “la lengua de estos valles no difiere una de otra, y lo mismo en ritos y ceremonias todos son uno”. De all, que asumamos un sustrato comn para las etnias de habla Mapudungun que vivan desde Copiap hasta el sur del Bio-Bio (Bustamante 2007a; Lpez 2013), no slo a modo de vestigios materiales como bien atestigua el trabajo de Stehberg y Sotomayor (2012), sino tambin dentro la organizacin espacio-temporal de los principales hitos de la geografa, partes de un antiguo sistema de ceques con fines calendricos (Bustamante 2012, 2013; Bustamante y Moyano 2012).

Debido a esto, asumimos que las culturas que ocupaban el valle del Mapocho, anteriores a la llegada de los incas, pertenecan a una misma etnia, la Mapuche (gente de la tierra), que habran sido los diseadores originales del sistema que se describe en este artculo, alguno de cuyos vestigios hemos encontrado en la zona del Choapa, IV Regin, mismo que habra sido perfeccionado por los incas (Bustamante 2005a, 2005b).

En este contexto el cerro bautizado Santa Luca por los conquistadores espaoles, ser denominado cerro Huelen, apuntando a su uso original por los mapuches.

Como resultado, este artculo intenta responder a nuevas inquietudes provenientes de largas discusiones sobre el tema Inca en Chile central (XIX CNACH, Arica 2012; y XVIII CNAA, La Rioja 2013) enfatizando en la arqueoastronoma y la arqueologa del entorno como marcos terico-metodolgicos en la reconstruccin de las dinmicas sociales que dieron origen, orden y sentido epistemolgico a los paisajes sagrados de la cuenca del Mapocho en tiempos prehispnicos (figura 1).

Las preguntas que intenta responder este artculo son: si los mapuches e incas ocuparon el valle del Mapocho: qu espacios ocuparon?, qu obras construyeron? y cmo estas se relacionaban con su entorno?

Figura 1: Sitios arqueolgicos en el centro de Santiago.


Al cierre de la edicin de este artculo, hemos tomado conocimiento del articulo “Cuatriparticin del Quito Inca”, del Dr. Hugo Burgos Guevara (2002), que seala que la ciudad de Quito fue diseada por los Incas. Tenemos as una ciudad Inca en el extremo sur del Tawantinsuyu (Santiago) y una ciudad con caractersticas similares en el extremo norte del Tawantinsuyu (Quito). Esto seala que an falta mucho campo por explorar en el pasado precolombino.

1.1. Hiptesis
Los antecedentes sealan que la localizacin y uso del territorio (valle del Mapocho) para los habitantes de habla Mapuche como para los incas, se relacion con su entorno a travs del manejo de parmetros espaciales (orografa, huacas, camino del Inca y otros) y temporales (hidrologa, ciclos agrcolas y astronmicos, y otros) dentro de un modelo local de ceques. Este sistema, de amplia distribucin en el mundo andino, permita no slo organizar el territorio y el calendario, sino tambin las relaciones sociales de las comunidades indgenas previa a la llegada de los espaoles. En tal sentido sugerimos la existencia de puntos o lugares de observacin en la actual Plaza de Armas y el cerro de Santa Luca, desde donde se proyectaban lneas imaginarias -con una alta carga simblica- a cerros (huacas) en los horizontes de la cuenca de Santiago. Se infiere adems, la posibilidad que los primeros espaoles -conscientes de este sistema de ceques- hubieran incorporado no slo los antiguos enclaves indgenas a la planta urbana colonial, sino tambin las fiestas “paganas” al calendario de santos, gracias a la orientacin y conmemoracin de las primeras iglesias del centro de Santiago.

2) METODOLOGIA

La metodologa de investigacin incluy la observacin y registro de fenmenos astronmicos visibles a simple vista como solsticios, equinoccios, lunisticios y fechas inter-solsticiales desde el cerro Huelen y las cercanas de la Plaza de Armas de Santiago. El registro visual se llev cabo gracias a la fotografa digital y la construccin de un croquis de horizonte. Gracias al uso del GPS, se realiz la geo-referenciacin de cada sitio con el fin de obtener la posicin exacta de cada lugar en coordenadas geogrficas (latitud/longitud) y la altura con respecto al nivel del mar (Datum WGS 84). La medicin de ngulos verticales y horizontales se realiz mediante el uso de un trnsito mecnico o teodolito (tipo Rossbach). De manera paralela -como mecanismo de verificacin- se tomaron todas las mediciones dos veces, gracias al uso de una brjula magntica, corregidas gracias a una calculadora de declinacin magntica (1). La investigacin contempl adems el uso de fotografas Google Earth y cartografa histrica para el clculo de cuencas y lneas visuales. Adems del uso de la historia y las fuentes escritas para la identificacin de topnimos y elementos caractersticos del paisaje. El clculo para la declinacin del Sol y la Luna con respecto a marcadores del paisaje se realiz mediante un sistema de referencia de horizonte (2). Junto con una tabla de clculo en Excel (Hansometro) que incluye formulas y valores predeterminados para la obtencin de acimutes, declinacin y fecha (Martz de la Vega et al. 2013). Mientras que el examen astronmico de fechas y declinaciones se llevara a cabo con los simuladores Starcalc 5.72 y Moshier’s Ephemeris Program 5.1, tomando en cuenta siempre el factor de refraccin atmosfrica y el paralaje (3) (Ruggles 1983; Sprajc 2010).

1. http://www.ngdc.noaa.gov/geomag-web
2.Mtodo y formulas entregadas por el doctor Stanislaw Iwaniszewski (2008-2013).
3.El paralaje corresponde a la desviacin angular de la posicin aparente de un objeto, dependiendo el punto de vista elegido (Hawkins 1966).

2.1. La arqueologa del entorno
La arqueologa del entorno nace en la dcada de 1980 con los trabajos pioneros de Bustamante en la provincia del Choapa, el centro de Chile y luego en Mesoamrica, Europa y China, como marco de referencia provee herramientas metodolgicas para relacionar informacin cultural, geogrfica, climtica, bitica, astronmica, atmosfrica y psicolgica con datos provenientes de fuentes arqueolgicas, histricas y etnogrficas en pequea, mediana y gran escala (Bustamante 2005, 2008a).

Como arqueologa temtica complementa, refuerza y ampla los conceptos de la arqueologa del paisaje de Bradley (2000) y la Declaracin de Xi'an (4). Asimismo asume -como premisa- una relacin simbitica entre el sitio arqueolgico y contexto dentro de una escala 1:1, como seala la afirmacin “el sitio es al entorno, como el entorno es al sitio” (Bustamante 2005; Bustamante et al. 2012).

Coincide con la idea que las observaciones astronmicas en el pasado, adems de su dimensin cognitiva y simblica, tenan tambin una dimensin social, y que las maneras de pensar y de clasificar los fenmenos astronmicos se generan, producen y representan en contextos sociales bien definidos, es decir, con una base social concreta que las ha elaborado, en muchos casos, en un campo de relaciones de poder, dominacin y conflicto (Jacob et al. 2013).

Desde el punto de vista de la percepcin, se define al ojo y el cerebro humano como los instrumentos astronmicos por excelencia, utilizados en conjunto con obras humanas y naturales como la arquitectura (muros, ventanas y hornacinas), el gnomon, pozos de agua, agujeros en la tierra, cavernas, es de arte rupestre, torres, apachetas y elementos de la topografa, utilizados y/o transformados culturalmente como marcadores calendricos de cenit y horizonte (5). La percepcin, como la funcin psquica que permite a los seres humanos, a travs del uso de los sentidos: aprehender, elaborar e interpretar los estmulos (paquetes de informacin) provenientes del entorno fsico, social y simblico, dependiendo principalmente del instrumento, la fisiologa, la psicologa, el contexto cultural y la capacidad de representacin (individual o colectiva) (Moyano 2011, 2012, 2013).

4. http://www.international.icomos.org/xian2005/xian-declaration.htm (enero, 15, 2013).
5.Marcador: construccin(es) humanas o rasgos naturales en el paisaje utilizados (desde un punto de observacin) para establecer la posicin del Sol en el horizonte asociado con un evento cultural (Hardman y Hardman 1992:154).


Como resultado de la aplicacin de esta metodologa, se propone que el instrumento multipropsito astronmico-geodsico ms grande (escala 1:1) utilizado por diversas culturas del mundo sea el par cielo (como componente mvil) – tierra (como componente fijo), en el sentido que los movimientos aparentes de objetos celestes, en relacin con el horizonte fijo, permiten observar y predecir determinados fenmenos cclicos, p.ej. la temporada de lluvias (componente variable). Derivando en cuatro conceptos claves relacionados con la percepcin, racionalizacin y representacin del entorno (Bustamante 2006a, 2007a, 2007b, 2008a, 2008b, 2012; Bustamante y Moyano 2012).

- Pareidolia (imagen implcita): fenmeno psicolgico comn a todo ser humano que permite reconocer formas especficas o conocidas, y diferenciarlas del fondo que las rodea, p.ej. test de Rorschach.

- Apofenia (asociacin de estmulos azarosos): experiencia de ver patrones o conexiones a partir de datos al azar y sin sentido aparente. Se le asocia con el posible origen de algunas leyendas y mitos.

- Hierofana (manifestacin de lo sagrado): fenmeno psicolgico asociado con experiencias de tipo religiosa.

Los tres anteriores forman la triada denominada PAH, a la que se agrega el concepto siguiente:

- Mimetolito: caracterstica natural de la topografa, p.ej. una roca o montaa, con forma similar a una persona, animal o partes de ellos.

Dentro de los aspectos relacionados con la percepcin, Philiastides y Sajda (2006), realizan un interesante esfuerzo por ampliar los campos del conocimiento de la neurociencia, al tratar de identificar la actividad neuronal responsable de las “decisiones” de la percepcin. Siguiendo a otros autores, los mismos plantean que el uso de estmulos visuales, consistente en cantidades variables de movimiento coherente, muestra que las funciones neuromtricas construidas a partir de poblaciones especficas de neuronas no se distinguan de las funciones psicomtricas de un animal.

De esta manera y siguiendo a Bustamante (2012), Bustamante y Moyano (2009) se plantea que la triada PAH pudo ayudar a:

- Seleccionar los sitios y sus componentes por su forma natural.

-Establecer relaciones simblicas entre los componentes fijos, mviles y variables sin aparente relacin entre s.

- Establecer una relacin causal entre lo anterior con fenmenos de orden espiritual, conduciendo a su posterior sacralizacin. Teniendo especial atencin determinados elementos del cielo, que por la semejanza con formas conocidas pasan a formar mimetoastros (constelaciones).

Es por esta razn, que adherimos a una perspectiva simblica del entorno, en donde determinados elementos de la topografa respondern a ciertas categoras sociales vinculadas con el gnero, el parentesco y las relaciones de poder. En un sentido amplio, entendiendo al entorno como el sustrato de mitos y leyendas como base para la construccin de relaciones intersubjetivas o cosmovisiones.

3) ANTECEDENTES

3.1. El sistema de ceques y el mes de septiembre
Corresponde a un sistema basado en 41 direcciones o ceques (zeqe, cualquier tipo de lnea en quechua) que organizaban 328 huacas o lugares sagrados (piedras, manantiales, cerros y/o construcciones) en la topografa del Cuzco, durante el desarrollo y apogeo del Tawantinsuyu (mundo de los cuatro suyos). Estas direcciones tenan como centro el templo del Sol o Coricancha y tenan por funcin establecer las relaciones de parentesco, las jerarquas polticas, el tributo y las principales fiestas, en un esquema calendrico luni-solar. Dentro de este sistema las distintas direcciones se relacionaban con las categoras Collana, Payan y Cayao, que referan a la naturaleza de las panacas y ayllus del Cuzco (grupos sociales), dentro de una organizacin dual, ternaria, cuadripartita, quinquepartita y decimal, que rega las relaciones endo y exogmicas entre Hanan (arriba) y Hurin (abajo) Cuzco (6).

6.En relacin a la naturaleza de los ceques, hoy existen al menos dos posiciones en relacin a la forma y naturaleza de los mismos. Zuidema en base a diversa informacin procedente de las crnicas los interpreto como lneas rectas que conformaban lneas de mira desde el Coricancha (Templo del Sol) hacia el horizonte en la ciudad del Cuzco (1995). Mientras que Bauer (1998), basado en su trabajo de campo y el uso de documentos legales virreinales traz un mapa de los ceques con lneas mucho menos rectas y en algunos casos con distintas direcciones. Segn el mismo Zuidema (2011), ambos autores coinciden en la secuencia de los ceques en el espacio, por lo que no debera existir discrepancia en torno a sus funciones astronmicas y calendricas. De all, que mi trabajo se base en la lectura original que hiciera el antroplogo holands a partir de los cronistas Bernab Cobo, Cristbal de Molina y Sarmiento, cuya base original habran sido los manuscritos de Polo de Ondegardo.

El mejor documento para el estudio de la topografa del Cuzco, se encuentra en la “Relacin de los Ceques” de la crnica del padre Bernab Cobo (T. II, cap. V, p. 158, cap. XIII-XVI pp. 169-186), dentro de su obra “Historia del Nuevo Mundo” (1653), escrita a partir de informacin de autores tempranos como Polo de Ondegardo (Zuidema 1995:68). En la crnica, Bernab Cobo da una descripcin de 328 lugares sagrados del Cuzco y sus alrededores, donde se incluyen piedras, manantiales y accidentes del paisaje importantes dentro de la mitologa incaica. Cada uno de estos sitios estaba dividido en grupos, dispuesto tambin sobre una lnea imaginaria o ceque, que convergan desde el centro del Cuzco (Coricancha). El mantenimiento y culto de estos lugares estaban asignados a ciertos grupos sociales (panacas y ayllus), mientras que su divisin territorial se organizaba en cuatro barrios: Chinchaysuyu (I), ms o menos al norte; Collasuyu (II), al sur; Antisuyu (III), al este; y Cuntisuyu al oeste (IV). Cada barrio (cuarto) tena nueve ceques, a excepcin de Cuntisuyu que tena catorce ceques, divido en tres grupos de tres lneas, cada uno. Los ceques de cada grupo se llamaban genricamente Collana (a), Payan (b) y Cayao (c) (Zuidema 1995:69).

Estas 41 lneas o ceques, segn Bernab Cobo tenan la siguiente secuencia dentro de cada suyu (Zuidema 1995:70):

Chinchaysuyu: cba, cba, cba,
Antisuyu: abc, abc, abc
Collasuyu: cba, cba, cba
Cuntisuyu: b, cba, cba, (ca), cba, cba

Aqu, la secuencia de los ceques en Chinchaysuyu y Antisuyu era en sentido de las manecillas del reloj (a, b, c) en cada grupo de lneas. En Cuntisuyu y Collasuyu, se respeta la secuencia (a, b, c), pero en sentido contrario a las manecillas del reloj. Si se parte con los ceques de Chinchaysuyu desde el oeste, se inicia con un ceque Collana, es decir, “el primero, el ms prominente”. En este modelo cada grupo de tres ceques se seala con nmeros arbigos 1, 2, 3. En Cuntisuyu, el solitario ceque b y el ceque partido en Collana y Cayao, forman juntos un quinto grupo de tres ceques. Los cinco grupos en Cuntisuyu, se supone tuvieron su origen a partir de tres grupos originales, de la siguiente manera: “el primero y el tercero de estos cinco grupos surgieron de la divisin en dos del grupo 1 de los tres originales; asimismo, el segundo y el cuarto surgieron del grupo 2 de los tres originales, mientras que el grupo cinco fue idntico al grupo 3 de los tres grupos originales” (Zuidema 1995:70).

Cobo (1653) seala los nombres de varios grupos sociales relacionados con los ceques. Entre ellos, se reconoce a las panacas de todos los gobernantes de la dinasta Inca, con excepcin de la panaca del segundo. Las panacas eran grupos conformados por la descendencia de un gobernante, con excepcin del heredero al trono quin deba formar su propia panaca (Zuidema 1995:70, siguiendo a Sarmiento, cap. 14, pp. 134). Adems de las panacas, Cobo menciona otros grupos sociales, pero en el caso de varios ceques no acierta con el nombre de los grupos a los cuales estaba asociado. Para ello, Zuidema complementa la informacin con los de datos de Cristbal de Molina “el Cuzqueo”, quien en 1573 entrega una informacin completa de los grupos sociales que s tenan lugar dentro del sistema de ceques y que por cierto, formaban parte de la poblacin del Cuzco. Segn Molina (1573: 74-75), menciona las panacas y otros grupos vinculados con la fiesta de la Citua, celebrada segn el cronista en el mes de “agosto”, poca del ao que coincida con la cada de las primeras lluvias y con el advenimiento de las enfermedades. El objetivo de esta fiesta, era expulsar el mal y las enfermedades del Cuzco, para lo cual se reunan cuatrocientos guerreros en el centro de la ciudad: cien mirando hacia Collasuyu, cien hacia Chinchaysuyu, cien hacia Antisuyu y cien hacia Cuntisuyu. La ceremonia iniciaba cuando sala el sacerdote del templo del Sol, momento en que todos los guerreros gritaban “fuera el mal”. Cada grupo de guerreros corra en la direccin de cada suyu gritando la misma frase, hasta que llegaban a un punto convenido, donde eran relevados por grupos de mitimaes (forneos sacados de su tierra natal para desempear tareas en el Cuzco) hasta llegar a un ro, donde se tiraba el mal para que sea llevado lejos de la ciudad (Zuidema 1995:72-73).

Trabajos recientes relacionan -adems- a esta fecha con el fenmeno del crossover, marcando la posicin y fecha de la Luna llena (al oriente) en los das cercanos al equinoccio de primavera en el hemisferio sur (Moyano 2013). Este se define como el momento cuando la Luna en fase llena -en 180 de oposicin- pasa de un cuadrante del cielo al otro, en sentido inverso al del Sol. Se le conoce tambin como equinoccio megaltico (7), y en el hemisferio norte se relaciona con la aparicin de la Luna llena, cercana al equinoccio de marzo, cerca de 7 a 9 al sur de la lnea este-oeste. Como fenmeno astronmico se vincula con el cambio de estacin, dejando atrs al invierno, con acimutes que puede variar entre 85 y 110, con promedios calculados de 97.3 en 110 aos, corrigiendo con ello el movimiento de la regresin de los nodos (da Silva 2004, 2010) (8).

7. El equinoccio megaltico se define como la divisin del ao en dos mitades a partir de la cuenta de das. Con una desviacin de 0.5 al norte de la direccin este-oeste (da Silva 2010, siguiendo ideas de Thom 1967).
8. El acimut de 85 pudiera estar relacionado con la observacin de la Luna llena del equinoccio de otoo en el hemisferio norte (septiembre) (da Silva 2004).

Hoy se sabe que este fenmeno (el crossover) bien puede darse en otro momento de la fase lunar, pues es independiente de ella. Sin embargo, en fase llena permite calibrar la divisin del ao en periodos de 12 o 13 lunaciones, donde la salida de la Luna en plenilunio tiene una distribucin de +/- 4 (declinacin) con respecto al ecuador. En tal sentido, la mayora de las lunas llenas cercanas al equinoccio ocurrirn despus del evento mismo, en un periodo de 42 das, con una distribucin mxima de 10 das despus de los equinoccios (Silva y Pimienta 2012). Para el hemisferio sur, este fenmeno ha sido descrito para sitios incas con presencia de ushnus al sur del Cuzco, ocurriendo precisamente en el equinoccio contrario, es decir, durante el mes de septiembre (mes de la Citua), con acimutes al norte del este, p.ej. Incaullo, El Apunao, Ua Tambo, Cortaderas y La Ciudacita (Moyano 2013).

En la descripcin de Molina, los guerreros que participan de la fiesta de Citua pertenecen a las panacas de los diez primeros gobernantes y otros diez grupos. Molina llama ayllus a todos los grupos, con excepcin de las panacas de tres gobernantes, y uno del otro grupo de diez que no descendan de gobernante alguno, al cual se refiere como panaca. De all, que se use el trmino “panaca” para los diez grupos que descienden de cada gobernante y “ayllu” para los otros diez grupos. Cabe destacar, que las palabras panaca y ayllu se refieren a dos diferentes funciones (exogmica y endogmica) dentro de la organizacin social. Es probable que estos trminos slo refieran a esta diferencia y no al hecho de que las panacas descendan del gobernante y los ayllus no. De esta crnica, se subentiende que la poblacin propia del Cuzco se compona de diez panacas y diez ayllus. Tambin, que la distribucin de las panacas (y ayllus) dentro de los suyus del “Cuzqueo”, se corresponde con el relato de Cobo en la conexin de las panacas (y los ayllus) con los diferentes ceques. De igual manera, de la “Relacin” de Cobo y el trabajo de Molina se desprende que haba una sola panaca por cada grupo de tres ceques. De all, que se platee la posibilidad que cada grupo individual de tres ceques perteneca exclusivamente a una panaca y un ayllu (Zuidema 1995:73-74).

De esta manera, no slo se confirma la importancia ritual de estas lneas proyectadas en el horizonte, sino tambin su uso calendrico a travs de la organizacin socio-poltica de los incas y los grupos de privilegio en la ciudad del Cuzco. Modelo que como atestiguan estudios similares en otras latitudes, p.ej. Socaire en el norte de Chile (Moyano 2011), Soras de Paria en Bolivia (del Ro 2005) o Huanuco Pampa en Per (Pino 2004, 2005), sera la norma dentro de la planificacin espacio-temporal de los sitios incas a lo largo del Tawantinsuyu.

3.2. Santiago antiguo
Segn Diego de Rosales (1877-1878), cronista del siglo XVIII, Valdivia:

“(…) aloxo en La Chimba, a la orilla del ro, y a la parte norte: y queriendo hacer all un fuerte, y principio de la ciudad, por juzgar el sitio a propsito; le sali el cacique Loncomilla, que quiere decir cabeza de oro, seor del valle del mayipo y le dixo (a Pedro de Valdivia) que no poblase en La Chimba, que otro mexor sitio ava de la otra vanda del ro, a la parte sur, donde los Ingas avian hecho una poblacin, que es el lugar donde oy est la ciudad de Santiago” (Rosales 1877-1878:383).

Esta es una de las escasas referencias, que sealan que el conquistador Pedro de Valdivia habra aprovechado las instalaciones de un centro istrativo Inca para fundar la ciudad de Santiago, la capital de Chile. Lamentablemente la etapa inicial del asentamiento fundado por Valdivia, es desconocida en sus detalles, pues segn las Actas del Cabildo de Santiago (1541 – 1557), el escribano Luis de Cartagena declara:

“… que ya es pblico, y consta el da, que los indios desta tierra se rebelaron y viniero con mano armada contra esta dicha ciudad, quemaron y pusieron en termino de perderse todos los cristianos que en ella estbamos y la defendimos; se me quem un libro en que estaban asentados los cabildos y acuerdos que V.S. y mercedes haban hechos, as de la fundacin de ella, como en los trminos que se les sealaron, y el repartimiento de solares y chacras y medidas que han de tener…” (pp. 9).

Ms adelante agrega:

“… que haban de estar asentados en otro libro tal cual el que a mi se me quem, por falta dl y de papel para lo hacer, tena asentados los dichos cabildos e acuerdos en papeles y cartas viejas mensajeras, y en cueros de ovejas que se mataban, que los unos papeles de viejos se despedazaban, y los cueros me comieron muchos de ellos perros por no tener donde los guardar…” (pp. 66).

Por otra parte y en una referencia a las mismas Actas del Cabildo de Santiago (Coleccin de Historiadores de Chile Tomo I, 1861: 88), con fecha del 10 de junio de 1541 se hace referencia a un “tambo grande que est junto a la plaza de esta ciudad”, que de ser de origen prehispnico, sera una prueba concreta de la existencia de un centro istrativo -Inca- en la actual Plaza de Armas de la ciudad de Santiago. De acuerdo con los datos obtenidos de la crnica de Vivar (1966[1558]), Pedro de Valdivia vino desde el Per con la intencin de poblar un pueblo como el Cuzco, a orillas del ro Mapocho, donde la poblacin local pudiera servir a los inters de la corona. Antecedentes que dan cuenta de la necesidad de ocupar un sitio ya poblado, posiblemente similar al Cuzco, en el sentido de un centro poblacional como capital poltica, istrativa y religiosa provincial. Se asume entonces, como la evidencia histrica y arqueolgica lo seala, la existencia de una plaza, edificios istrativos (tipo kallankas), ushnu, sistema de canalizacin, cementerios y otras instalaciones, adems de huacas y red vial, que luego fueron aprovechadas por los espaoles en los primeros aos del siglos XVI y XVII (Stehberg y Sotomayor 2012:87-102) (figura 2).

De esta manera, al cruzar el ro Mapocho, Pedro de Valdivia encontr probablemente un importante centro istrativo Inca en vas de consolidarse. Una cancha para las ceremonias, edificios y depsitos para granos y mercaderas, adems de un trazado bsico con calles y canales, junto con un sistema de chacras para cultivos. En este lugar probablemente fund Valdivia la actual ciudad y no en el cerro bautizado por l como Santa Luca (Huelen), como cuenta la historia actual. Probablemente la funcin del Alarife Gamboa y de Pedro de Valdivia se limit inicialmente a extender las calles en base al trazado Inca, agregar manzanas y construir viviendas precarias (Bustamante 2012; Moyano y Bustamante 2012) como las de la figura 2b, para el resto de la tropa, pues l y sus oficiales seguramente utilizaron las casas construidas previamente por los Incas (Stehberg y Sotomayor 2012).

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Figura 2. Unidades habitacionales a) Construccin Inca (prehispnica)
b) Tipo probable de primera construccin espaola (S. XVI-).

El plano de Tomas Thayer Ojeda (figura 3) muestra la posible disposicin de los primeros solares y viviendas en 1552. En opinin de Stehberg y Sotomayor (2012), y en nuestra opinin, los cuadros rojos muestran la ms probable ubicacin de las construcciones incas preexistentes, las cuales dejaban abierta la plaza hacia el sur. Las lneas punteadas muestran la distribucin de solares realizadas por Pedro de Valdivia.

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Figura 3. Plano de Tomas Thayer Ojeda, Santiago 1551.

Los documentos que han llegado hasta nosotros fueron escritos de memoria en los aos siguientes. Llama la atencin que en ninguna de los textos posteriores se mencione el hecho que Santiago del Nuevo Extremo se fund sobre un centro istrativo Inca.

Es posible -entonces- que haya sido efectivamente producto de incendios y perros que se perdieran las actas originales, pero tambin cabe la posibilidad que todas o una parte de ellas fueran destruidas a propsito, para eliminar hechos o acuerdos inconvenientes. Tambin es posible que muchas cartas o relatos se deban a la necesidad de los conquistadores de justificar los grandes gastos que implicaba una expedicin como la de Pedro de Valdivia y los pocos frutos econmicos que renda a los financistas, a diferencia de lo ocurrido en otras latitudes donde efectivamente se poda obtener gran cantidad de oro, plata y otros. As, por ejemplo cabe la posibilidad de que se borrara a propsito de las actas el hecho de que Santiago se fund sobre construcciones incaicas preexistentes, que la Catedral uso como base el templo Inca (que inclua al ushnu) y que los oficiales simplemente usaron viviendas de los es Incas, (ver lista de espaoles y los sitios que ocuparon, plano de Thayer Ojeda, figura 2) dando la impresin que haban llegado a un terreno inhspito y deshabitado, as la fundacin de Santiago en el cerro Santa Lucia, podra ser una falacia. De esta forma un manto de olvido de casi cinco siglos se extendi sobre el pasado y, dejo la sensacin de que la capital de Chile se inici con su fundacin el 12 de febrero de 1541 y que su identidad era exclusivamente europea, ajena a influencias locales, lo cual, de acuerdo a los antecedentes hoy disponibles result ser falso.

4) RESULTADOS

4.1. La huaca cerro Huelen
El cerro Huelen es un cerro isla, de origen volcnico, ubicado en la bifurcacin del ro Mapocho y la actual avenida Bernardo O’Higgins, antes llamada la Caada, tiene una altura de 633 msm, corresponde hoy a un parque municipal, desde donde se tiene una vista en 360 del valle del Mapocho (9). La documentacin colonial seala que perteneca al cacique Huelen Huara y que sus caractersticas petrogrficas (afloramiento rocoso y laminar) y paisajsticas particulares pudo constituir una huaca para las poblaciones prehispnicas (Bustamante 2012, 2013; Stehberg y Sotomayor 2012) (10).

9. Dentro del calendario catlico, Santa Luca se conmemora el da 13 de diciembre, por cuanto podra ser interpretada como una santa pre-solsticial, al igual que el caso de la Virgen de Guadalupe en el valle Mxico, cuyas connotaciones culturales estn en la base de la cultura Mexica (Zimbrn y Moyano 2012).
10. La misma funcin de huaca pudo haber cumplido el cerro Blanco, 2.5 km al norte, donde adems de la existencia piedras tacitas en su parte norte, junto a calle Recoleta, se tienen antecedentes claros de ocupacin Mapuche previa a la llegada de los espaoles en el siglo XVI. Hoy el cerro se reconoce adems como un lugar sagrado por las comunidades indgenas Mapuche y Aymara, recibiendo el nombre de Apu Huechuraba.

Stehberg inspirado por el arquelogo australiano Ian Farrington, quien lo llevo a conocer algunas huacas en la ciudad del Cuzco, destaca la importancia que pudo tener para los pobladores Mapuches y posteriormente para los incas la existencia de grietas, cavernas y formas poco frecuentes en la conformacin rocosa del cerro Huelen (Bustamante 1996, 2007a) adems de su ubicacin privilegiada en la interseccin de dos ros (actual plaza Baquedano). Llama la atencin la analoga con la ciudad del Cuzco, donde la fortaleza de Sacsayhuaman y el ordenamiento arquitectnico de la capital de los incas tambin estuvo determinado por la existencia de dos ros: el Tullumayu y el Huatanay (Stehberg y Sotomayor 2012:131-132), a modo de hiptesis lleva a pensar en la existencia de un sistema de ceques con base en la observacin astronmica en el Santiago antiguo.

Al respecto Bustamante (2012) seala por su parte que la actual Plaza de Armas y Catedral fueron construidas sobre la antigua cancha y templo Inca, y que constituyeran partes integrantes del sistema de ceques, con base en los siguientes elementos (figura 4):

- Cerro Huelen como huaca y lugar de observacin astronmica y topogrfica.

- Plaza de Armas, lugar de la antigua plaza Inca, como centro del sistema de ceques, y del observatorio astronmico- orogrfico.-Eje norte-sur marcado por la existencia del Qhapaq an: calle Independencia al norte, calle Bandera (centro) y calle San Diego al sur, en direccin a la huaca-fortaleza de Chena, que habra sido originalmente un camino Mapuche.

- Eje este-oeste marcado por la existencia de un marcador al oriente en Portezuelo del Inca (Mal Paso) y al poniente el cementerio Inca y cerro de Lo Prado.-Salida del Sol en el solsticio de junio cerca del cerro La Leonera, al sur del Plomo (mimetolito: apu masculino).

- Eje sureste-noroeste marcador por la salida del Sol en el solsticio de diciembre en la ladera sur del cerro Punta de Damas (mimetolito femenino) y la puesta del Sol tras el cerro Copao, en el extremo norte de la cadena Altos de Lipangue (mimetolito: apu femenino), ambos relacionados con la identificacin de formas en el paisaje (triada PAH).

- Orientacin de calle Catedral al oriente, marcando 7-8 das antes de la salida del Sol en el equinoccio de primavera, cerca del 15 de septiembre. As como la existencia de un cementerio Inca en las esquinas de calle Catedral y Matucana, al poniente.Figura 4. Posible sistema de ceques de Santiago (Bustamante y Moyano 2012).

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Figura 4. Posible sistema de ceques de Santiago (Bustamante y Moyano 2012)

4.2. Obras rupestres
Ahora bien y refiriendo a la existencia de otro tipo de hallazgos, p.ej. las piedras tacitas, esta hiptesis adquiere mayor peso en la medida que cruzamos datos con nuevos antecedentes, que refieren al hallazgo de una piedra tallada a los pies de cerro Huelen (figura 5b). En informacin recogida por Luis Cornejo (2012:29-30) de parte de Mario Vsquez se sabe que “…se extrajo en el siglo XIX una piedra ritual Inca que representa campos de cultivos y canales a la manera de una maqueta, la que hoy se encuentra inserta en el muro de una antigua propiedad de Benjamn Vicua Mackenna” (Stehberg y Sotomayor 2012:131). Como interpretacin alternativa, viendo la fotografa que entregan los autores- esta maqueta sera ms bien una yupana o sistema de clculo Inca, a manera de un baco, con espacios cuadrangulares con base en un sistema decimal (1, 10, 100, 1.000 y 10.000). Otro ejemplo del mismo sistema de clculo podra ser un quipu gravado en El Apunao (ver figura 24), donde la cuenta de 187 (188) explicado en base a la cantidad de das entre los equinoccios de marzo y septiembre, pudo tambin representar nmeros ms grandes en la medida que cambiemos el valor de la lectura en sentido exponencial (Jacob et al. 2011; Moyano 2013). Una segunda piedra de tacitas, probablemente de origen Mapuche (figura 5a), cuyo emplazamiento original en el cerro Huelen se desconoce, permanece empotrada en la pared de la casa de Benjamn Vicua Mackenna, junto a la piedra de tacitas Inca. Un reciente hallazgo (figura 5c), muestra la posible presencia de la ltima estructura Inca que pudo sobrevivir a la construccin del actual parque en el cerro, que implic la remocin de gran cantidad de rocas y probablemente de la mayor parte de los vestigios precolombinos. Se trata de una roca en la cual fueron tallados tres escalones, en un estilo muy similar al que se pueden encontrar en diversos sitios Inca a lo largo del Tawantinsuyu, las caractersticas de la ptina y la disposicin de las capas de liquen sealan que se trata de una estructura que no parece haber sido producto de las remodelaciones de 1872 y posteriores. Conocamos la presencia de esta posible estructura Inca desde los aos 80, pero la habamos descartado inicialmente por falta de un contexto que le diera sentido a su presencia en el cerro. El contexto necesario para incorporarla es descrito en este y en artculos anteriores (Bustamante 2012, 2013).

Figura 5. Museo Benjamn Vicua Mackenna: a) piedra de tacitas Mapuche, b) piedra de tacitas Inca,
Cerro Huelen c) estructura (tipo escalera de tres peldaos) encontrada en cerro Huelen.


4.3. El centro istrativo Inca
Tomando como referencia el plano de Toms Thayer Ojeda “Santiago en el siglo XVI, se propone un intento de reconstruccin integral del centro istrativo Inca y la planta en damero de la ciudad poco despus de la llegada de los conquistadores europeos.

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Figura 6. Planta Inca de Santiago


En la figura 6 las lneas amarillas representan el damero inicial, trazado por Pedro de Valdivia y durante la fundacin de Santiago. Sin embargo y partir de la evidencia presentada se desprende que probablemente el damero espaol, es solo una consecuencia de una planificacin previa llevada a cabo por los Incas sobre un antiguo asentamiento Mapuche. La actual Plaza de Armas, antigua Haucaypata, habra proporcionado el modelo para el tamao de las cuadras que se trazaron alrededor y la distribucin de los principales edificios coloniales de fundacin de Santiago.

En la misma imagen los recuadros amarillos muestran los primeros espacios habitados por los espaoles, posiblemente -creemos- representan los espacios habitados por los incas, que fueron utilizados simplemente por los espaoles, que rodeaban la antigua cancha abierta hacia el sur. La Plaza de Armas de Santiago sera similar al Haucaypata, antigua plaza principal en el Cuzco. Cabe destacar que este patrn urbano se aprecia tambin en el Cuzco, donde los planos presentados por Zuidema (2011) y Farrington (2012, 2013), demuestran la existencia de al menos dos plazas, en Hanan y Hurin Cuzco, abiertas en uno de sus lados.

En estos modelos, destaca tambin la presencia del ushnu (plataforma, agujero, canal y o gnomon), que pudo estar ubicado en la Plaza de Armas o en la manzana donde se localiza la Catedral de Santiago. Este habra cumplido funciones rituales en determinadas fechas del calendario Inca, entre las que destaca la observacin de la puesta para el anticenit (26 de abril y 18 de agosto) momento de la cosecha y siembra ritual en estas latitudes (Zuidema 2011).

Al respecto el Annimo es explcito sobre la funcin astronmica del ushnu, en particular para la puesta del Sol en el mes de agosto (siembra en el Cuzco).

“Es as, que, para tomar el punto del Sol, entre los dos pilares de en medio (o sea: dos pilares en el horizonte, R.T.Z) tenan otro pilar en medio de la plaa, pilar de piedra muy labrada, de un estado de alto (aproximadamente la altura de un hombre, R.T.Z.) en un paraje sealado al propsito, que nombraban Osno, y desde all tomavan el punto del Sol en medio de los dos pilares, y estando ajustado, hera el tiempo general de sembrar en los valles del Cuzco y su comarca” (Annimo 1906:151, en Zuidema 1989:414-415).

El mismo Annimo en su descripcin de los meses de agosto y septiembre, expone algunos de los elementos que habran hecho parte del ushnu: el pilar de piedra, el teatro o escao (plataforma) y una pila (fuente) donde se verta chicha.

“La Luna del mes de Agosto llamavan Tarpuyquilla. Este mes no entendan en otra cosa mas de sembrar, generalmente, ans el pobre como el rrico, y ayudndose unos con otros. Y este mes de Agosto entrava el Sol por medio de las dos torrecillas […] La Luna del mes de Setiembre llamavan Cituaqilla. Este mes se juntavan en el Cuzco todos los indios de toda la comarca, y juntos todos en la plaa principal, llamada Haocaypata, y all hazan sus sacrificios al Sol con muchas ceremonias, en un pilar de piedra que tenan en medio de la plaa, con su teatro llamado Osno y los hazan de corderos y rropas de precio y otras muchas cosas, y al pie del teatro vertan mucha chicha: dezan que las ofrezan al Sol…” (Annimo 1906:158, en Zuidema 1989:414-415).

Por otra parte y dentro de la divisin cuadripartita del espacio, en el antiguo Santiago se conoce de la existencia del tramo norte-sur del Qhapaq an (camino principal andino) y del eje oriente-poniente, hoy actual calle Catedral (en direccin al cementerio de calle Matucana), con la interseccin en las cercanas de la actual Plaza de Armas (Stehberg y Sotomayor 2012).

El eje oriente-poniente representado por la calle Catedral como lo muestra la lnea que une el Portezuelo del inca (el amanecer) con el cementerio Inca localizado frente a la Quinta Normal (el ocaso), representa a la vez una divisin del espacio en dos sectores (norte y sur) (figura 6). Mientras que el eje estructurante o espina dorsal del Tawantinsuyu, se extenda desde el sur de Colombia por el norte, hasta probablemente la regin del Maule por el sur. A Santiago llegaba desde los valles transversales del norte Chico de Chile y por Mendoza en Argentina, pasando por Colina y la actual calle Independencia (Stehberg y Sotomayor 2012:143).

4.4. Caminos en el Santiago antiguo
Con estos antecedentes se plantea la existencia de a lo menos tres caminos en el valle del Mapocho:

-Camino del vado del Mapocho al puente nuevo: Los espaoles tras su llegada, aunque habran usado el camino del vado del Mapocho, por calle puente y luego calle Ahumada al sur, doblando al oriente por La Caada y luego al sur por la calle Santa Rosa y construyeron un nuevo puente para cruzar el ro Maipo al poniente del ro Clarillo.

- Camino del vado del Mapocho (calle Independencia) al Puente Viejo (ro Maipo): posteriormente cruzando el vado del Mapocho desde el norte, los incas al parecer comenzaron a usar como camino la actual calle Puente, continuando por calle Ahumada, luego probablemente giraba al oriente por la caada, actual calle Alameda, llegando hasta el cerro Huelen para doblar al sur por calle Carmen probablemente hasta el “puente viejo” construido por los Incas al oriente de la desembocadura del ro Clarillo, les permita cruzar el ro Maipo, en cualquier poca del ao, a diferencia del vado usado por los mapuches (ubicado ms al poniente) que no se poda cruzar en invierno.

- Camino del vado del ro Mapocho (Independencia) al vado del ro Maipo: basado en la interpretacin del plano de la figura 7, se propone que el eje estructurarte norte-sur o Qhapaq an inicial, era un antiguo camino Mapuche usado luego por los incas, que pasaba por la actual calle independencia al poniente de una vega existente en el lugar y cruzaba el vado del Mapocho para seguir por calle Bandera, cruzando la caada, continuaba por calle Gran Avenida, en direccin al norte, pasando 3 km al oriente del pucara de Chena y cruzando el vado del ro Maipo. Este vado permita cruzar hacia el sur solo en pocas estivales.

Ambos caminos mencionados por Stehberg y Sotomayor (2012).

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Figura 7. Plano colonial plano del llano del Maipo (aprox. 1755-1761) de Antonio Lozada
(extrado de Vicua Mackenna (1997[1869]:37), con la reconstruccin de tres caminos antiguos. (11)

11. http://www.archivovisual.cl/imagenes/mapas/MAP-17nn-LOZ-MCH-00.jpg (junio 26, 2013).

- Camino del vado del ro Mapocho (Independencia) al vado del ro Maipo: basado en la interpretacin del plano de la figura 7, se propone que el eje estructurarte norte-sur o Qhapaq an inicial, era un antiguo camino Mapuche usado luego por los incas, que pasaba por la actual calle independencia al poniente de una vega existente en el lugar y cruzaba el vado del Mapocho para seguir por calle Bandera, cruzando la caada, continuaba por calle Gran Avenida, en direccin al norte, pasando 3 km al oriente del pucara de Chena y cruzando el vado del ro Maipo. Este vado permita cruzar hacia el sur solo en pocas estivales.

De los 3 caminos, sobrevive como cruce el ro el que proponemos como camino Mapuche-Inca la de Gran Avenida al sur, siguiendo por la carretera norte –sur hasta el puente sobre el antiguo vado del Maipo. Esto confirmara la idea general que Santiago segua un esquema similar al del Cuzco de la divisin en cuatro partes, ordenadas y orientadas por antiguos caminos o rumbos del universo. De esta manera si los incas estaban tratando de replicar los elementos principales del Cuzco, entonces parece razonable plantear la posibilidad de la existencia de una segunda plaza ubicada en el cerro Huelen, posiblemente donde Pedro de Valdivia habra fundado la ciudad, como lo seala la placa en la base de la estatua del conquistador localizada en esta plaza. En la figura 6, el crculo al sur de la plaza representa la escala Inca recientemente descubierta in situ y el tringulo representa el punto ms alto del cerro, actualmente utilizado como un observatorio turstico. Estos elementos fortalecen -entonces- la idea que al norte del ro Mapocho, existiera un antiguo poblado ocupado primero por la cultura Mapuche, ocupado luego por los Incas y ms tarde por los Espaoles. La Chimba que literalmente significa “el otro lado” (del ro Mapocho), se convierte con stos en un espacio al servicio de Santiago (lvarez 2011). Segn nuestras apreciaciones la Chimba pudo corresponder simblicamente al Hurin (parte baja) dentro de la organizacin espacio-temporal del asentamiento Inca previo a la llegada de Valdivia y que al igual que en otros sitios incas del Collasuyu, p.ej. La Ciudacita, Ua Tambo-El Apunao y Cortaderas (noroeste de Argentina), acentuaron la diferencia entre el hanan (arriba) y hurin (abajo) como replicas -a escala- de la ciudad del Cuzco (Moyano 2013).

4.5. Astronoma de horizonte
El trabajo realizado hasta ahora, incluye entre otros, observaciones -combinadas- de eventos estelares, horizontes y orientacin de calles y edificios del casco antiguo de la ciudad de Santiago. En un primer punto se exponen los resultados del trabajo de campo en el cerro Huelen, que aunque carecemos de evidencia fsica de la existencia de un ushnu, sin duda habra permitido observar la cuenca en 360, aunque en la actualidad, por causa de la construccin de altos edificios, este patrimonio visual se est perdiendo rpidamente. A estos se suma la carga simblica del lugar, como huaca y antiguo asentamiento indgena en la interseccin de dos brazos del antiguo ro Mapocho. Como complemento, se presentan las orientaciones de la Catedral Metropolitana y Plaza de Armas, junto con sus implicancias culturales en lo que refiere a la observacin del Sol en fechas cercanas a los equinoccios en relacin a la existencia del antiguo asentamiento Inca en el centro de la ciudad de Santiago. Como esquema de partida se toma el modelo del sistema de ceques propuesto por Zuidema (2011) y sus implicancias en la arquitectura urbana del Cuzco (Farrington 2012), asumiendo con ello las implicancias socio-polticas de un sistema radial con base en la proyeccin de lneas imaginarias a puntos visibles en la topografa, reconocidos socialmente como sagrados o huacas.

a) Cerro HuelenEntre los aos 1999 y el ao 2013, se ha realizado observaciones de salidas y puestas de Sol desde diversos puntos del centro de Santiago como Plaza Italia, antigua bifurcacin del ro Mapocho en dos brazos, Plaza de Armas (antigua cancha) y cerro Huelen. La figura 8 muestra: a) el horizonte de 360 con las salidas y puestas de sol desde la cumbre del cerro, obtenidas entre los aos 2008 y 2012. b) un dibujo realizado en 1855 por James Melville, donde se muestra el aspecto que presentaba Santiago en la poca y los dos caminos estructurantes (Qhapaq an y calle Catedral), c) los puntos en que se han realizado mediciones de precisin con teodolito. En las fotos del horizonte actual se puede apreciar la prdida de sectores del horizonte cubierta por edificios, con respecto a la panormica de 1855, donde el horizonte era 100% visible.

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Figura 8. a) fotografa de 360 de Santiago desde la cumbre del cerro Huelen, elaborado por
Bustamante y Moyano 2011, con salidas y puestas de sol en solsticios y equinoccios,
b) dibujo de Santiago en 360 James Melville (1855),c) puntos medidos con teodolito.

El trabajo de medicin con teodolito se realiz durante la maana del da 27 de octubre de 2011. Se instal el teodolito en la parte ms alta del cerro, sobre un torren del siglo XIX hoy utilizado como punto de observacin turstica. Se fotografi la salida del Sol a las 07:24:39 h (GMT-4) orientado la imagen al norte con ayuda de una brjula magntica, para luego identificar -con ayuda de mapas y fotografas areas- los principales hitos geogrficos (cerros, cuencas y cursos de agua) de la cuenca de Santiago. Los resultados son los siguientes:

fecha: 27/10/11
δ (lat): 3326’25.0’’S
λ (lon): 7038’36.1’W

alt.: 633 msm
(GMT-4)

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Tabla 1. Calculo cerro Huelen

- Cerro Huechuraba (N.1) marca una posicin cercana al norte geogrfico (acimut 0126’00’’), lo que resulta interesante desde el punto de vista de la construccin social del paisaje y la existencia de los cuatro rumbos de universo.

- Cerro La Paloma (N.3) marca una posicin cercana a la salida de la Luna en su posicin extrema norte (SLEN), con un acimut de 5108’00’’, declinacin +2814’16.53’’ (δ +2735’38.58’’) (12)

- Cerro Leonera izquierda (N.5) con un acimut de 5714’00’’, declinacin +2328’44.42’’, marca una pocin un poco al norte de la salida del Sol para el solsticio de junio (SSSJ).

- Inflexin sur cerro El Plomo (N.9), con un acimut de 6245’00’’, declinacin +1933’19.84’’ (δ +1858’5.01’’) (13) marca una posicin cercana a la parada menor de la Luna al norte (SLMN). Al igual que en pucara de Chena, ac pudo ser visible el eclipse parcial de Luna del 16 de noviembre de 1491 (Saros 127) (iniciando el da 15, antes de media noche), gracias a la observacin de una salida de la Luna en fase llena por N.9. As como otro el eclipse -tambin parcial- del 17 de noviembre de 1518 (Saros 108) (en la madrugada). Ambos en la constelacin de Tauro y teniendo como punto de referencia en el cielo al cmulo estelar de las Plyades.

- Finalmente el portezuelo del Inca (Mal Paso), marca las fechas del 17 de marzo y 27 de septiembre, con un acimut de 8826’00’’, declinacin (-) 0133’36.25’’ (P-SSEQ). Lo que confirma que este marcador no coincide exactamente con el equinoccio, no as la cumbre del cerro Provincia (N.15) con un acimut de 8507’00’’, para los das 23 de marzo y 22 de septiembre (SSEQ) (14)

12. Valor calculado con paralaje.
13. Valor calculado con paralaje.
14. Un anlisis basado en la posicin del Sol en el horizonte de cerro Provincia (cumbre) con el programa Google Earth, permite suponer que la observacin de los equinoccios pudo realizarse con facilidad desde la posicin de la actual Plaza Italia, que corresponde al punto donde antiguamente se bifurcaban los brazos del ro Mapocho en el cauce actual y la avenida Bernardo O’Higgins (Alameda o La Caada). Esta hiptesis, se condice con los planteamientos de Stehberg y Sotomayor (2012), quien planteaba la importancia de estos dos antiguos brazos de ro como imagen sacralizada de un Nuevo Cuzco en la ciudad de Santiago.

b) Plaza de Armas/Catedral MetropolitanaEl trabajo en Plaza de Armas y Catedral Metropolitana se limit slo a calcular el acimut del eje de la calle Catedral, desde la actual iglesia Catedral, as como la confirmacin visual de la salida del Sol en el horizonte. Como hiptesis se intenta contrastar la idea de la existencia de un ushnu como parte del antiguo asentamiento Inca en las inmediaciones de la actual Plaza de Armas, que inclua adems una cancha, kallanka y edificios istrativos. El trabajo fue realizado instalando la cmara fotogrfica y la brjula magntica los das 13 y 14 de septiembre de 2011 en la esquina de calles Catedral y Puente, junto a la Catedral de Santiago, lo que permiti inferir y corregir - gracias a observaciones realizadas en 2015 - la orientacin de calle Catedral a la salida del Sol los das: 29 de marzo y 15 de septiembre (+/- 1 da).


Tabla de calculo:
3326’14.2’’S
7039’05.1’’W
574 msm

Az: 82.73 (ca. 83)
Alt: 520’
Dec: (+) 310’
Fechas: 28/29 mar y 15 sep

Tabla 2. Calculo Catedral/Plaza de Armas-

- El eje mayor de la iglesia se orienta con un acimut de 83 hacia la salida del Sol a la derecha de la cumbre del cerro provincia los das 11 de septiembre y 3 de abril, es decir, 11 o 12 das antes y despus de los equinoccios.

- Al poniente, con un acimut de 263 el mismo eje marca la posicin del Sol los das 9 de marzo y 6 de octubre, es decir, 11 o 12 das antes y despus los equinoccios.

4.6. Observacin solar desde calle Catedral
Desde el ao 2011 una parte del trabajo ha estado dedicada a documentar fotogrficamente las salidas y puestas de Sol desde la calle Catedral, eje principal del trazado del centro istrativo Inca. Las fotografas siguientes muestran el amanecer desde la calle Catedral, 11 12 das antes del equinoccio de primavera. El Sol sale en el centro de la calle (figura 9).


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Figura 9. Fotografas del amanecer: a) desde calle Catedral con Bandera (Capac an),
b) desde calle Catedral con Matucana, frente al cementerio Inca.

La figura10a muestra la salida del Sol en el equinoccio (SSEQ) a) desde calle Catedral con Matucana, frente al cementerio Inca y b) desde la cumbre del cerro Huelen. El Sol sale en la ladera sur del cerro Provincia, sobre el denominado Portezuelo del Inca o Mal Paso, 11 12 das despus de la salida del Sol frente a la calle Catedral 7, al norte del este. En la misma figura b) indica la posicin aproximada que ocupa el volcn Tupungato (mirador de estrellas en voz Guarpe, probablemente un cerro sacralizado) tras el cerro Provincia. Relacin geogrfica que nos lleva a pensar en la posibilidad de otra lnea de ceques que una los cerros Provincia y Tupungato, por ahora carecemos de la evidencia arqueolgica contundente al respecto.

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Figura 10. Fotografas de salida del Sol en el equinoccio: a) desde calle Catedral
frente a la Quinta Normal (cementerio Inca), b) salida del Sol en el equinoccio desde cerro Huelen.

Los antecedentes indican que la calle Catedral forma parte de un instrumento de observacin astronmica 1:1 (Bustamante y Moyano 2009), donde el Sol y la Luna son el componente mvil, el horizonte (la cordillera de Los Andes) es el componente fijo y la calle provee el punto y la direccin de observacin. En este caso, con la finalidad supuesta de determinar la posicin de la Luna llena del equinoccio de septiembre (o crossover), inicio de la primavera en el hemisferio sur, y coincidente con la fiesta lunar la Citua Quilla Raymi en Cuzco (Moyano 2013) (15)

15. Este mismo fenmeno pudo determinar la orientacin del eje mayor de la iglesia de San Francisco (1572-1618), ubicada al sur de la avenida Alameda del Libertador Bernardo O’Higgins, en el barrio Paris-Londres. La iglesia se construy sobre lo que era la ermita de la Virgen del Socorro, en los terrenos que pertenecieron a Pedro de Valdivia y a la orden de los Mercedarios hasta el ao 1554. La iglesia actual -aun cuando mira al poniente- tiene un acimut de 83.26 y marca la salida del Sol para los das cercanos al equinoccio de septiembre. Otro dato a considerar, son las analogas encontradas a partir del tamao y la distribucin arquitectnica de la iglesia y convento de San Francisco con el Coricancha y el convento de Santo Domingo en el Cuzco. Lo que sugiere, al menos como hiptesis, que este fue otro sitio habilitado para la realizacin de observaciones astronmicas prehispnicas de horizonte dentro del rea de estudio.

Este fenmeno, el crossover, adems tiene la utilidad de conmensurar la extensin de la cuenta lunar dentro de un ao solar (365d – 354d = 11d), a partir de la intercalacin de una 13va Luna cada 2.71 (3) aos. Que a la larga ayuda tambin a conocer ciclos lunares mayores como el Metnico (19 aos o 235 lunaciones), til para el seguimiento de los eclipses a partir del siguiente clculo:

1 Metnico = 235 lunaciones o 19 aos

1 Saros = 223 lunaciones o 18.03 aos

1 Metnico – 1 Saros = 12 lunaciones o 354 das

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Figura 11. a) Esquema Calle Catedral orientada (idealmente) hacia la salida de la Luna llena en el
crossover (equinoccio de septiembre) (Moyano 2013). b) Salida de Luna frente a calle Catedral con Estado,
el 18 de septiembre 2013, un da antes de la Luna llena (el da 19 de septiembre estuvo nublado).
Es probablemente el primer intento de observacin del fenmeno en 500 aos desde la antigua plaza.

4.7. Observacin desde cerro Blanco
El lugar actualmente conocido como cerro Blanco, posee en su falda norte un importante vestigio de la cultura Mapuche , una roca caliza de color blanco con tacitas horadadas en su superficie. Se desconoce la funcin original de stas, an cuando lo blando de la piedra sugiere que probablemente su uso principal no era la molienda de granos. Desde este punto se aprecia una amplia vista en 180 hacia el norte. El Sol sale en el solsticio de junio (invierno) en la depresin tras el cerro El Plomo y por la tarde se pone tras la cadena de Altos de Lipangue, un mimetolito con forma femenina, fecundando simblicamente a la tierra.

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Figura 12. a) Salida y puesta de Sol en el solsticio de junio (invierno); b) Mimetolito de cerros de
Altos de Lipangue, mujer acostada, el Sol se pone simblicamente en la posicin del sexo del personaje.

Este tipo de antecedentes nos llevan a concluir que cerro Blanco pudo tambin servir como un punto de observacin de los solsticios, quizs con una importancia un poco menor al cerro Huelen, aun cuando no descartamos su conceptualizacin como cerro huaca a partir de prcticas rituales contemporneas llevadas a cabo por grupos aymaras y quechuas de la ciudad de Santiago. Como hiptesis, sugerimos la utilizacin de este cerro como lugar de observacin secundario, quizs destinado a los grupos locales dentro de la divisin espacio-temporal entre el hanan y el hurin de la cuenca del Mapocho.

5) DISCUSION


5.1. Mimetolitos de la cuenca de Santiago
En los cerros de la cuenca es posible identificar diversos mimetolitos (Bustamante 2008a, 2008b), es decir rocas, montaas o cadenas montaosas que tienen forma natural de personas, animales o cosas. Como hemos mostrado en diversas publicaciones, los mimetolitos tienen significado cultural relacionado con la religiosidad.En la figura 13 se muestra a modo de ejemplo:
a) El rostro del cerro el Plomo: a la izquierda se puede apreciar con claridad desde Santiago con los ltimos rayos de sol en pocas cercanas al solsticio de invierno, a la derecha el cerro con las sombras resaltadas y con la localizacin la capac hucha con un nio Inca congelado, encontrada cerca de su cumbre.b) Cuerpo de mujer de Cadena de Altos de Lipangue: muestra una forma semejante a una mujer acostada sobre su espalda, una representacin de la Madre tierra o uquue Mapu o Pacha Mama, su forma es semejante a la Iztaccihuatl, cerro sagrado de la cuenca de ciudad de Mxico (Bustamante 2008a). Desde el cerro Hueln se ve la puesta de Sol en el solsticio de junio sobre el cerro Copao, que representara el sexo de la mujer, simbolizando posiblemente el acto de fecundacin. El cerro Masculino (El Plomo) y el cerro femenino (altos de Lipangue), representan el principio del Yanantn o equilibrio de los opuestos complementarios (Urton 1988).

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Figura 13. a) Mimetolito cerro El Plomo, b) Mimetolito Altos de Lipangue.

Otros mimetolitos encontrados en las cercanas de la cuenca de Santiago fueron descritos por Bustamante (2008b), quien hace hincapi, p.ej. en la semejanza del cerro Aconcagua, provincia de Mendoza, Argentina, con un rostro humano, misma asociacin que podramos realizar en este caso al destacar como mimetolito el cerro Punta de Damas, tras el cual sale el Sol en el solsticio de diciembre, como un mimetolito femenino respondiendo a la forma de su cumbre doble que aparenta la forma de los “pechos de una mujer”.

5.2. Del nombre y funcin del cerro Huelen
El nombre Hueln (dolor, desdicha) con que se conoce al cerro es una denominacin moderna, Lpez (2013) seala que los mapuches pudieron haberlo llamado Huetreng, es decir, el “nuevo lugar trengtreng” o serpiente terrestre. Existe sin embargo la posibilidad sealada en por diversos representantes de la nacin Mapuche (comunicacin personal 2012-2013), que el nombre antiguo del cerro pudo ser Wangelen (Wanglen o Huangueln), que significa estrella, y en una acepcin ms amplia significa “espritu de los astros”. Wangelen es el nombre de la primera estrella que baja del cielo para convertirse en la mujer del primer hombre mapuche dando origen a este pueblo.El cerro Wangelen pudo ser entonces el “lugar para observar los astros” (Sol, Luna, planetas y estrellas), es decir un antiguo observatorio astronmico.
En relacin con el significado del nombre, la Machi Mapuche – Huilliche Adriana Pinda, en comunicacin personal (2013) seala que:Wangelen = Objeto estelar – estrellaWal = circularidad (o totalidad)Walun = (verano) el significado antiguo es universo.Wallon – wallontun = universo.En este sentido, puede resultar significativo el nombre que le da al cerro el conquistador espaol “Santa Luca”, en honor a Santa Luca de Siracusa, provincia romana de Sicilia. Luca significa “luz para el mundo”, pero esta santa fue martirizada arrancndole los ojos, siendo representada con un plato y sus dos ojos en l. En este contexto, el lugar de observacin astronmica, fue resignificado y desde ese momento no se poda hacer observacin de los astros, pues el cerro haba sido cegado simblicamente. Coello de la Rosa (2005:1507), seala que: “Con mucho cuidado y particular atencin se ha procurado siempre interponer los medios ms convenientes para que los indios sean instruidos en la Santa Fe Catlica, y la Ley Evanglica, y olvidando los errores de sus antiguos ritos y ceremonias, vivan en concierto y polica” En este sentido cabe recordar que el segundo Concilio Limense (1567-1568) retom el imperativo de destruir las huacas y poner en su lugar cruces o cuando una huaca haya sido un importante lugar de culto levantar una ermita o iglesia. Esto es coherente con el cambio de nombre y la re significacin religiosa del lugar, dndole un sentido inverso al original.

Segn Martnez de Codes (1990: 528):

“Ante la situacin descrita, dos son los objetivos de la instruccin del Arzobispo: la destruccin de los monumentos paganos con el consentimiento de los indios cristianizados, siempre que ello fuera posible - <<y ans mismo trabajarn de saber donde tienen las guacas y adoratorios y hazer que los deshagan. poniendo en ellas cruzes, siendo lugares decentes para ellos>>-; y la refutacin de la idolatra como parte inseparable de la instruccin religiosa, orientada a desarraigar cultos y derivaciones idlatras – en particular el culto de los muertos-, y a dar a conocer a los indios la falsedad de sus dioses”.

Esto implicaba que la conquista espaola no es solo fsica y religiosa, sino tambin se apropiaban del axis mundi, del tiempo y del espacio, del mundo concreto y del mundo simblico, es decir una conquista que abarcaba hasta lo ms profundo del ser indgena, dejndolos prcticamente sin nada.

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Figura 14. A la izquierda funcin original del cerro para observar a los Wangelen
(espritus de los astros) y el Wenumapu (tierra de arriba). A la derecha Santa Luca de Siracusa,
la re-significacin del sitio segndolo simblicamente.

5.3. Cerro Kwel
La condicin de cerro isla, desde el cual se domina los 360 del horizonte terrestre y del cielo, sugiere que el cerro Wangelen pudo ser un cerro “Kuel o Kwel”, al igual que los tmulos mapuches descritos por Dillehay en el sur de Chile:“Los estudios arqueolgicos muestran que los montculos fueron usados para enterrar a personajes importantes, realizar ceremonias mortuorias y religiosas, para la residencia de elites y la exhibicin pblica del poder, y para marcar lmites entre grupos. Otros enfoques integran montculos con la ubicacin forma y significado de accidentes geogrficos naturales (e.g. formaciones rocosas, lagos) en escenarios locales” (Dillehay 2011:107). De esta manera, sus formaciones rocosas cristalinas de basalto volcnico, pudieron ser un lugar donde los habitantes prehispnicos de la cuenca pudieron ver imgenes que les provocaban profunda impresin psicolgica desatando fenmenos asociados a la triada pareidolia – apofenia – hierofana (PAH) (Bustamante et al. 2012), quizs sacralizadas al punto de concebir a este espacio como un lugar para la comunicacin con las entidades anmicas celestes.

5.4. El problema de los planos de Santiago

Al constatar que la planta de Santiago no estaba orientada de acuerdo a los cuatro puntos cardinales (Bustamante 2012; Bustamante y Moyano 2012), comenzamos a analizar la cartografa existente desde la poca de la colonia hasta la actual. Encontramos que gran parte de los planos antiguos presentan errores de orientacin y otros, que sugiere que los urbanistas y alarifes que nos legaron estos planos, tenan deficiencias en su formacin o eran menos rigurosos de lo que inicialmente suponamos.

En la figura 15 se presenta cuatro de los planos de Santiago, en todos se indica los puntos cardinales con la rosa de los vientos de color rojo:

a) Plano de tomas Thayer Ojeda Santiago 1552, correctamente orientado.

b) Plano de tomas Thayer Ojeda, errneamente orientado segn los puntos cardinales.

c) Plano de Amadeo Frezier, 1712 el primer plano cientfico de Santiago, errneamente orientado segn los puntos cardinales y con el norte hacia abajo.

d) Plano de Santiago 1793, reproduccin de original en el Museo britnico, errneamente orientado segn los puntos cardinales, pero adems indicando el norte hacia el este.

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Figura 15. Planos de la ciudad de Santiago.

El autor del primer plano cientfico seala errneamente “Las calles estn orientadas segn los cuatro puntos cardinales... y dejan en el centro una acequia de dos pies y medio, para lavarlas y refrescarlas...” (Frezier 1982:98) el texto indica que no fue solo un simple error de dibujo, sino que Frezier asumi que la ciudad estaba orientada segn los puntos cardinales o midi mal y traspas el error al plano. Error que se repite en otros planos de la poca y posteriores.

5.5. Anexin de los habitantes del Mapocho al Tawantinsuyu
A partir de la conquista espaola, la expansin del Tawantinsuyu, fue interpretada como una empresa blica de proporciones, donde los conquistadores Incas habran doblegado por las armas a los pueblos conquistados. Stehberg en comunicacin personal (2013) seala que nada en la evidencia arqueolgica actual, permite describir grandes movimientos de tropas incaicas fuertemente armadas que sistemticamente conquistaran por la fuerza. Sin embargo si hay otro tipo de evidencia que puede dar una respuesta alternativa, es la existencia a lo largo del Tawantinsuyu de grandes cantidades de arbalos o aribaloides cuya funcin era contener chicha.La chicha es un lquido embriagante que era usado en ceremonias religiosas y fiestas civiles, pero, segn Stehberg (comunicacin personal 2013) la evidencia sugiere que tambin era parte de las negociaciones diplomticas en pro de la incorporacin de nuevas provincias al Tawantinsuyu. Betanzos en Suma y Narracin de los Incas describe el encuentro entre el Inca Atahualpa y Fray Vicente de Valverde en Cajamarca, hoy sabemos que:

“…tiempo haba harto para todo y que siendo hora que l les dira que partiesen y luego mand el Ynga que le trajesen de beber y trujronle de beber y bebi tanto y con tanta euforia que se embriag de tal manera que antes que de all saliese estaba ya tomado de la bebida…” (Betanzos 1551, en Reyna 2010:26).

Es decir, describe al Inca como un borracho, una descripcin adecuada a los intereses de los conquistadores hispanos interesados en demostrar la inferioridad intelectual, moral y religiosa de los conquistados.Sin embargo Reyna (2010:26), afirma:

“La chicha, bebida hecha de maz fermentado, constitua, y en cierto modo todava constituye, uno de los elementos principales en ceremonias polticas y religiosas dentro del mundo andino. Adems, como afirma Morris, serva para mantener el equilibrio poltico y econmico de los lderes y autoridades en los Andes, ya que el consumo de la chicha no solo permita las celebraciones, sino tambin garantizaba la existencia o persistencia de la mano de obra. El consumo de chicha no solo se limitaba a las celebraciones, tambin era utilizado durante los viajes que hacan los lderes o seores a fin de interactuar con la poblacin y mantener a los trabajadores y gente de acompaamiento ‘contenta’. Durante el periodo colonial, el consumo de la chicha se convierte en un elemento a ser perseguido o atacado por razones econmicas y religiosas, ya que se consideraba que el consumo excesivo de chicha fomentaba el ocio y serva como nexo para las prcticas de idolatra en la regin. Como nos dice Thierry Saignes, con respecto a la actitud del conquistador frente al consumo de chicha: “El complejo ocio-embriaguez idolatra est fijado como estereotipo, listo a servir como tpico de la literatura colonial hasta hoy da”

As la chicha puede ser interpretada tambin como una herramienta de la diplomacia, donde alrededor de una mesa bien provista de alimentos y luego de beber y relajarse, (como ocurre en la actualidad en los encuentros diplomticos), se negociaba.Por qu el Inca habra de usar la diplomacia antes que las armas?, al respecto Garcilaso de La Vega ([1617]1976:126) refirindose al Inca seala que: el cual holg mucho de tener camino abierto y tan buen principio hecho en la conquista de Chili, que, por ser un reino tan grande y tan apartado de su Imperio, tema el Inca el poder sujetar”.

Que tena para ofrecer el Inca a los pueblos que iba anexando al Tawantinsuyu?:

- Un camino que permita transportar (importar y exportar) mercaderas diversas.

- Amplio conocimiento en sistemas de cultivo, cermica, construccin y otros.

- Bienes de prestigio y s a redes de interaccin con otras comunidades del Tawantinsuyu.

- La incorporacin de las huacas locales al sistema de deidades del Cuzco.

De esta manera, diversos pueblos pudieron participar de un sistema de libre asociacin cultural, comercial, tcnica, donde probablemente no estaban exentos de conflictos internos, luchas de poder, y tampoco de algunas luchas violentas por parte de pueblos que por diversas razones no aceptaban de buenas a primeras, formar parte del pacto que se les ofreca. Incluso cuando hacan la guerra contra los que se les oponan, su tratamiento era muy particular con los vencidos, Segn Garcilaso de La Vega ([1617]1976:37):

“Durante la guerra hacan los Incas todo el beneficio que podran a sus enemigos, por vencerlos por bien; los que prendan en las batallas soltaban libremente con muy buenas palabras que enviaban a decir a su curaca, ofreciendole paz y amistad; los heridos curaban, y despues de sanos los enviaban con los mismos recados y les decan que volviesen a pelear contra ellos, que cuantas veces los hiriesen y prendiesen tantas veces los volveran a curar y soltar, porque haba que vencer como Incas y no como tiranos, enemigos crueles; las mujeres y nios que hallaban en los montes y cuevas, despus de haberlos regalado, los enviaban a sus padres y maridos con persuasiones que no porfiasen en su obstinacin, pues no podan vencer a los hijos del Sol”.

As, coincidiendo con la opinin de Stehberg (comunicacin personal 2013), podemos sealar que la interpretacin histrica del Tawantinsuyu solo como producto de una extensa campaa de conquistas blicas, puede variar hacia una serie de tratados de libre asociacin, que ampliaron la influencia de los Incas en un extenso territorio.

Garcilaso de La Vega refirindose a la conquista de Chili, seala “no se sabe que batallas o recuentros tuviesen; por ser este el primer intento de los Incas en sus conquistas, atraer a los indios por bien y no por mal”. Luego, contradicindose respecto a que desconocan las “batallas o recuentros”, relata en detalle una feroz batalla entre 20000 incas y 18000 o 20000 purumaucas (mapuches), despus de una supuesta cruenta lucha los purumaucas se retiran y los Incas establecen la frontera en el rio Maulli (Maule) ([1617]1976:127).

Por el contrario, los espaoles, donde si hay evidencias concretas de grandes movimientos de tropas, empleo de diversas armas, entre los que se cuentan arcabuces, caones, caballos, armaduras metlicas, espadas, perros y otros, se impusieron a sangre y fuego, pero a costa de grandes prdidas de vidas y la casi total desaparicin de la poblacin local en diversas reas.

Por esta razn pensamos que los cronistas espaoles, se vieron en la necesidad de exagerar respecto a las luchas que supuestamente sostuvieron los Incas con los pueblos que incorporaban al Tawantinsuyu, de lo contrario habran tenido que itir ante el rey y ante los financistas de estas costosas campaas, que el mtodo Inca, menos cruento y menos costoso, era tambin ms efectivo.

5.6. Del posible desplazamiento segmentos de la placa del Mapocho
Bustamante (2012), Bustamante y Moyano (2012) y Lpez (2013), encontraron que los ejes de la planta de la ciudad no coincidan con los puntos cardinales, sino que estaban desplazados del orden de 5 a 7 en sentido inverso del reloj. Surge entonces la pregunta, este desplazamiento fue resultado de un acto consciente de quienes lo trazaron originalmente, o se debe a un desplazamiento de parte del territorio producto de los constantes terremotos que ocurren en la zona, una de las ms ssmicas del planeta?

Para tratar de dar respuesta a estas cuestiones, la figura 16 ilustra de manera esquemtica lo que significara un giro anular de 7 de la corteza terrestre en el rea de Santiago en sentido inverso a las agujas del reloj. Si el desplazamiento se produjera a un radio de 15 kilmetros del punto de observacin, en este caso el eje oeste – este de la cancha Inca (Plaza de Armas de Santiago), el terreno se desplazara del orden de 1.5 km hacia el sur (circulo menor), lo cual habra producido un corte muy visible y catastrfico en el curso del ro Mapocho. Si el desplazamiento se produjera a 45 km de la cancha, es decir, a la altura del cerro El Plomo, la tierra se habra desplazado del orden de 4.5 km, ver crculo mayor. Movimientos de esta envergadura habran dejado enormes huellas en la cuenca y en opinin de los expertos consultados el Dr. Gabriel Vargas, Director del Departamento de Geologa, Universidad de Chile y el gelogo Pablo Ventura del Instituto Geogrfico Militar, no hay evidencia geolgica de un evento de esta magnitud (comunicacin personal 2013).

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Figura 16. Esquema que muestra el desplazamiento de la corteza a
15 km y a 45 km del punto de observacin.

Si el giro de la corteza se limitara exclusivamente al espacio donde se fund la ciudad de Santiago, es decir, a 1.5 km a la redonda desde la Plaza de Armas, el desplazamiento del extremo de la calle Catedral hacia el sur, habra sido de 150 m hacia el norte aproximadamente. Un desplazamiento como este, habra dejado claras huellas en el terreno como lo muestra la figura 17. La lnea verde representa el eje de la salida y puesta del Sol en los equinoccios, es decir, al este y oeste, sin considerar la altura del horizonte. La lnea blanca representa la orientacin de la calle Catedral hacia la salida de la Luna en el crossover (SLCO). Ahora bien, si realizamos de forma hipottica un nuevo giro de 7 con respecto a la situacin actual, las consecuencias seran, entre otros, un quiebre en el cauce del ro Mapocho del cual no existen evidencias en los documentos revisados.

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Figura 17. Giro hipottico del rea donde se fund la ciudad de Santiago.

Segn informacin geolgica referente a la falla San Ramn, sabemos que:

El basamento de la cuenca de Santiago correspondera a rocas volcnicas de la Formacin Abanico, de edad oligocena superior – miocena inferior (Charrier y Munizaga, 1979). El fondo de la cuenca, conocida de manera indirecta por estudios gravimtricos (por ej. Araneda et al. 2000), corresponde a una superficie irregular donde se reconocen cordones enterrados que limitan subcuencas y de los cuales sobresalen algunos cerros islas como por ejemplo los cerros Santa Luca y Renca. La alineacin de algunos de estos cordones, como por ejemplo el que une los cerros San Cristbal, Chena y Lonqun, orientado noreste, sugiere que stos podran tener un control estructural, es decir, estar asociados a la presencia y actividad de fallas”(16).

16.“Riesgo y modificacin PRMS falla San Ramn” (id n 640-27-lp10, informe etapa 1, Territorio y Ciudad Consultores). Ver: http://www.seremi13minvu.cl/incjs/.aspx?glb_cod_nodo=20120710161208&hdd_nom_archivo=Informe Etapa 1 FSR01.pdf


Para comprender la magnitud de los eventos ssmicos necesarios para que tales desplazamientos ocurran, hay que compararlos con los movimientos normales de la corteza en la cuenca del Mapocho. Estudios recientes sugieren que la morfologa de la depresin intermedia y del valle de Santiago, en particular, es resultado de la actividad del sistema de falla San Ramn que monta el bloque del frente cordillerano sobre el valle de Santiago, a un promedio de 0.4 mm/ao (Armijo et al. 2010).

En relacin con las magnitudes de sismos ocurridos en el pasado en la cuenca, segn los diversos tipos de terremotos Leyton et al. (2010), citando a otros autores seala como magnitudes mximas, para las distintas fuentes, los siguientes valores:

- Interplaca: Mmax = 8.5 - Intraplaca de profundidad intermedia: Mmax = 8.0 -Cortical: Mmax = 7.5. En base a los datos de terremotos histricos se realizan proyecciones de sismicidad futura, Leyton et al. (2010) sealan en el resumen que:

Con estos nuevos datos se generan mapas que muestran la aceleracin horizontal mxima o (PGA) esperada para una cierta probabilidad en un determinado perodo de vida til donde no solo influye la fuente interplaca, sino que tambin se observa el efecto de las fuentes intraplaca de profundidad intermedia y cortical. En la zona urbana de Santiago, se obtienen valores PGA de 55% de la aceleracin de gravedad (g) para un perodo de retorno de 475 aos y de 72% g para un perodo de retorno de 1950 aos, siendo solo un 13% inferiores a los encontrados en la zona costera (63% g y 83% g, respectivamente)”.

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Figura 18. Aceleracin mxima (Peak ground acceleration - PGA) cuenca de
Santiago terremotos: a) interplaca, b) intraplaca y c) cortical.

La figura 18, tomada de Leyton et al. (2010) muestra la aceleracin mxima en la horizontal o PGA (Peak ground acceleration) esperada para un perodo de retorno de 475 aos; el color es proporcional al PGA (en g), de acuerdo a la escala mostrada del borde superior. Estas proyecciones podran estar equivocadas, pero aunque se produjeran terremotos superiores a los esperados, incluso de la magnitud de 9.5 o equivalente en la escala de Richter, como el terremoto de Valdivia de 1960, producen efectos globales significativos, pero pequeos en relacin con la observacin del cielo en tiempos precolombinos.

La tabla 3 resume el desplazamiento del eje terrestre y acortamiento de la duracin del ao, producido por los ltimos grandes terremotos segn datos de la NASA:

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Tabla 3. Tres grandes terremotos medidos con instrumental moderno.

El terremoto del 27 de febrero de 2010 en Chile, tuvo una magnitud de 8.8 Richter que lo convierte en el sexto terremoto de mayor magnitud en la historia de la humanidad. Produjo un desplazamiento, en la zona del epicentro, de hasta 3.03 m, y logr desplazar la cuenca en la que se encuentra la ciudad de Santiago en 13.4 cm hacia el suroeste (17).

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Figura 19. Desplazamiento de la corteza terrestre durante el sismo de 27 de febrero de 2010, Chile.

17. http://seismo.berkeley.edu/blog/seismoblog.php/2010/03/09/displaced-by-more-than-10-feet

Un desplazamiento del orden de 13 cm, o del orden de 3 m, con levantamientos o hundimientos del terreno, producen variaciones del orden de fracciones de segundo de arco en las mediciones astronmicas expuestas antes, es decir, estas variaciones no son apreciables a simple vista ni en la medicin con teodolito, pues estos alcanzan una precisin del orden del minuto de arco.

La magnitud de los ltimos terremotos y los efectos que causaron sobre la corteza terrestre, sirven de parmetro para entender la envergadura que debieran tener cataclismos que pudieran haber hecho variar las mediciones arqueoastronmicas en tiempos histricos. Ms an, da cuenta de la intensidad necesaria para provocar un movimiento circular del orden de 6-7, de lo cual no hay evidencias cercanas. Movimientos de magnitudes superiores a los provocados por los terremotos actuales, solo es posible encontrarlos en eras geolgicas anteriores, durante la formacin de la Cordillera de la Costa y la Cordillera de los Andes, hace 95 y 20 millones de aos AP, respectivamente (Carrizo et al. 2008; Seyifried et al. 1998).

Por lo tanto no existen antecedentes -concretos- que permitan atribuir a movimientos ssmicos la diferencia de 6 a 7 de la orientacin de la planta de Santiago con respecto a los puntos cardinales y al norte geogrfico o astronmico.

5.7. Terremotos y variacin de las observaciones
Es recurrente la pregunta si por efecto de un terremoto se desplazara el punto de observacin, se producira una variacin en la medicin del punto de salida de Sol, u otro objeto celeste, tras el horizonte?
El ejercicio de la figura 20, ilustra con tres puntos de observacin, distantes entre s, las variaciones que se producen al observar la salida de Sol en el solsticio de invierno desde el centro de Santiago hacia el cerro El Plomo, distante 45 km:

a) Muestra el punto de salida del primer rayo de Sol desde el cerro Huelen, tras el cerro El Plomo. La regla indica la distancia angular (2o45’) hasta la capac hucha (ofrenda con ser humano).

b) Desde Plaza Italia: muestra la salida del Sol en el mismo punto que sale desde el cerro Huelen.

c) Desde Puente Loreto: la salida del primer rayo de Sol (como debi ser observado desde la cancha de la Plaza de Armas hace 500 aos) muestra un desplazamiento de 0.5 respecto al punto de salida anterior. Pequeas variaciones como estas, pudieron permitir a los incas realizar ajustes en sus calendarios.

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Figura 20. Observacin de salidas de Sol en el solsticio de junio (invierno)
desde tres puntos diferentes del centro de Santiago.

Este ejercicio ilustra los desplazamientos del punto de observacin, requeridos para provocar variaciones apreciables en la medicin de un fenmeno astronmico, teniendo en cuenta los datos de la figura 19, que muestra que Santiago tuvo durante el terremoto del 27 de febrero de 2010 un desplazamiento de 13.4 cm en direccin suroeste. La variacin en las mediciones desde un punto que se ha desplazado es inversamente proporcional a la distancia al punto en que se produce el fenmeno medido. Es decir, mientras ms lejos est el horizonte tras el cual se produce la salida del Sol, menor ser la variacin.

5.8. Santiago inundable
La arqueologa comparada nos demuestra la importancia del manejo y uso de los recursos hdrico en distintas partes del mundo, sobre todo asumiendo las condiciones de la cuenca de Santiago de abundante -en trminos relativos- agua durante el invierno y semi-desrtica en verano, lo cual requera una adecuada istracin para optimizar el rendimiento de las cosechas. Segn Figueroa y refiriendo a nuestro caso de estudio, seala:

La historia colonial es un relato dramtico de la persistencia del ncleo urbano para permanecer en el sitio y de los peridicos embates de las aguas del torrente para recuperar el cauce natural, que extenda su anchura a la altura de lo que hoy es el parque Forestal en unos 300 metros” (Figueroa 2009:60).

Por qu los habitantes mapuches tenan sus residencias en La Chimba, es decir, en la ribera norte del ro Mapocho y los incas en la ribera sur? La respuesta parece ser que el rea al poniente del cerro Huelen sufra constantes inundaciones. As los grupos locales habran preferido para habitar permanentemente un lugar ms protegido de las aguas, pero los Incas , con mayores conocimientos de hidrulica y mejor tecnologa constructiva, se instalaron al sur del Mapocho, probablemente intentando aprovechar precisamente esta condicin de inundable, asumiendo la condicin sagrada del cerro huaca Wangelen (Huelen o Santa Luca).

Figueroa describe la historia de las inundaciones de la denominada Isla de Santiago, localizada entre el ro Mapocho al norte y el brazo del ro Mapocho denominado La Caada actual calle Alameda Bernardo O’Higgins al sur, sealando que:

Junto al arrastre de material de montaa, las aguas han modelado las hondonadas naturales por donde circulan los torrentes fluviales permanentes y los pluviales eventuales. Tambin han condicionado el sitio de emplazamiento fundacional, la forma urbana y las intensidades y extensiones del crecimiento urbano de la ciudad moderna” (2009:58).

As los incas se habran instalado a propsito en un sitio modelado por las constantes crecidas del ro, y es posible que aplicando sus conocimientos de hidrulica conscientemente seleccionaron el sitio de emplazamiento con el objeto de construir un espacio que a la vez de ser habitable, les permitiera medir con precisin la magnitud de las crecidas del ro, cuestin crucial para una adecuada istracin de las aguas de la cuenca con fines agrcolas.

El plano de Amadeo Frezierde 1712 (figura 21a), permite visualizar las reas inundables de Santiago, destaca el rea de inundacin en la Plaza de Armas y Catedral Metropolitana. En base al plano del islote abierto al ro, elaboramos el plano esquemtico (figura 21b) que permite visualizar con ms claridad el rea inundable. Probablemente el del agua a estas reas tena un valor simblico, relacionado con los ritos de fertilidad cercanos al equinoccio de septiembre, inicio de la primavera y el cambio de estacin.

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Figura 21. a) Plano de Frezier (1712), b) Plano esquemtico areas inundables (i) de Santiago.

En base a esta informacin y siguiendo las cotas de nivel de la ciudad del Cuzco hemos encontrado que la plaza Haucaypata (actual plaza de armas del Cuzco) tambin pudo haber sido inundable, al igual que la plaza bajo el templo del Coricancha. En base al plano de la ciudad del Cuzco actual (figura 22a), hemos elaborado un plano esquemtico del Cuzco con las reas inundables (figura 22b).

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Figura 22. a) Plano actual del Cuzco, b) Plano esquemtico del Cuzco con reas inundables (i).

Al respecto Farrington (comunicacin personal 2013) seala que existen evidencias que el rea de la plaza de armas de Cuzco y en la plaza bajo el Coricancha, eran inundadas con las crecidas del ro Saphi. Lo que en nuestra opinin acentuara el carcter sagrado del lugar gracias al manejo y uso del recurso hdrico. Un ejemplo similar, se encuentra en la plaza o patio que rodea la pirmide de la Serpiente Emplumada, sector la Ciudadela en Teotihuacn, Mxico, donde la acumulacin de agua producto de lluvias torrenciales -en determinadas pocas del ao- era utilizada para inundar un rea que replicaba el mito de la montaa primigenia en la antigua cultura mesoamericana.

Como ya se seal anteriormente y tomando un trabajo de Monteverde (2011), se describe las fiesta de la Citua sealando que en Cuzco se festejaba en agosto o septiembre, siempre despus del mes de la siembra y al inicio de la en poca de lluvias.

“Una estructura que ocupaba un papel muy importante en el relato de la Situa de Molina es el ushnu, que se localizaba en la plaza Haucaypata, no mencionado por Garcilaso. Alrededor del ushnu, durante el desarrollo de esta fiesta, en diferentes das, se agrupaban los que iban arrojar los males fuera del Cuzco; se colocaban las imgenes de Viracocha Pachayachachic, el Sol, Chuquilla y Huanacaure y muy cerca de l se reunan el Inca, las panacas reales, los incas de privilegio, los encargados de las huacas y dems gentes del Tahuantinsuyo quienes ofrendaban chicha en su interior.

Molina describe a este ushnu como una pila de piedra forrada de oro, con un agujero y un canal que llegaba, subterrneamente, hasta el Coricancha, el Quishuarcancha y el Pucamarca. Esta descripcin (pila o pozo, agujero, canales y evidencias de ofrendas lquidas) es bsicamente la que se ha podido evidenciar en excavaciones y prospecciones arqueolgicas en algunos otros ushnus del Tahuantinsuyo (p.ej., Hunuco Pampa)” (Monteverde 2011:246).

La figura 23 presenta cuatro ushnus conectados con fuentes de agua, como podra haber sido el caso del ushnu de Santiago.

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Figura 23. Cuatro ushnus conectados con fuentes de agua (Monteverde 2011:247)
(2. Ushnu de El Shincal de Quimivil) (4. Ushnu de Aypate (Piura)

Otro ejemplo, es el ushnu descubierto en el sitio El Apunao, Nevados de Cachi, Salta, Argentina, donde adems del pozo o tina, se identific un sistema quipu y horizonte calendrico (al poniente) que vincula la fecha de los equinoccios, marzo y septiembre, con observaciones lunares dentro de un ao solar (Jacob y Leibowicz 2011; Jacob et al. 2011, 2013; Moyano 2013).

Figura 24. Ushnu y quipu El Apunao (Jacob et al. 2011, 2013; Moyano 2013).

La presencia de un rea inundable en la plaza del Cuzco y la antigua cancha de Santiago, permite formular la hiptesis de que se tratara de instrumentos de medicin pluviomtrica escala 1:1, que probablemente permita determinar la magnitud de las crecidas y planificar la istracin de los recursos. Esto sera consistente con la existencia de instrumentos de observacin astronmica e instrumentos de observacin geodsica escala 1:1 descritos antes.


5.9. Sistema de cerros sagrados
Si bien el Sol sale tras un determinado accidente geogrfico, no necesariamente ese punto preciso es considerado “sagrado”, tal es el caso de la salida de Sol en el solsticio de invierno vista desde el cerro Huelen, el Sol sale en una depresin del cerro Leonera, 2.5 al norte de la cumbre del cerro El Plomo (figura 25a). Si bien el punto preciso de la salida del Sol pudo ser sacralizado, no hay registro de ello. Sin embargo si existen evidencias de la sacralizacin del cerro El Plomo, donde existe una capac hucha, construcciones y ofrendas en su cumbre o en sectores cercanos a ella. As, fuera de toda duda el cerro El Plomo era una huaca, una montaa relevante.

Por otra parte, si observamos la salida del Sol en el solsticio de invierno desde las tacitas del cerro Blanco, 2.6 km al norte del cerro Huelen, veremos salir el Sol en una depresin 4.5 al norte de la cumbre del cerro El Plomo (figura 25b), confirmando lo relevante de este hito geogrfico dentro de la cuenca de Santiago.

cerro wanguelen
Figura 25. Salida de Sol en solsticio de junio (SSSJ): a) desde cerro Huelen y
b) desde el cerro Blanco; c) medicin angular.

Al observar eventos astronomicos desde el pucar de Chena, el cerro Huelen y el cerro Blanco, se forman alineaciones repetitivas con diversos cerros que probablemente pudieron ser considerados sagrados por esta misma circunstancia.

La figura 26 muestra algunos ejemplos de estas alineaciones:

a) Desde el pucara de Chena: la salida del Sol en el solsticio de junio (SSSJ) se produce en el Portezuelo del Inca (cerro La Cruz). La puesta del Sol en el solsticio de junio (PSSJ) se produce tras el cerro de la cuesta Zapata. La salida de la Luna en su parada mayor al norte ocurre cerca el cerro El Plomo.

b) Desde el cerro Huelen (y tambien desde la Plaza de Armas): la salida de Sol en el equinoccio (SSEQ), se produce tras el Portezuelo del Inca (Mal paso). La puesta del Sol en el equinoccio (PSEQ) ocurre tras los cerro de Lo Prado en direccin aproximada al cerro de la cuesta Zapata. La puesta de Sol en el solsticio de invierno (PSSJ) se produce tras el cerro Copao.

c) Desde el cerro Blanco: la salida de Sol en el solsticio de invierno (SSSJ) se produce 4.5 al norte de la cumbre del cerro El Plomo. La puesta de Sol en el solsticio de invierno se produce 2 al norte del cerro Copao.

cerro wanguelen
Figura 26. Cerros relacionados con orientaciones astronmicas, observaciones desde:
a) pucara de Chena, b) Cerro Huelen y c) cerro Blanco.

La lnea de la puesta de Sol en el equinoccio entre el cerro Huelen y el cerro de la cuesta Zapata, marca la antigua ruta entre pasos de montaa hacia la costa que sale de Santiago, pasa por la cuesta Lo prado (actualmente tnel Lo Prado), luego por la cuesta Zapata (actualmente tnel Zapata) y luego hacia la costa. Esta estructura de relaciones es similar a lo descrito por Moyano (2011) como “convidos” o lneas proyectadas en el paisaje a manera de ceques con un sentido ritual.

5.10. Crculos orogrficos
Desde el punto de vista orogrfico los cerros que rodean la cuenca de Santiago, parecen formar tres anillos concntricos (cercano, medio y lejano). Basados en el criterio de visibilidad se propone una lista no exhaustiva de cerros para los tres diferentes anillos (figura 27):

-Anillo cercano (amarillo): en su interior se localizan los cerros del interior de la cuenca (Huelen, Blanco, San Cristbal, Navia y Renca).

- Anillo mediato (verde): se localizan los cerros ubicados en el lmite de visibilidad desde la cuenca (Copao, Altos de Lipangue, Lo Prado, Chena, Provincia, San Ramn, Punta de Damas, El Plomo, Manquehue y Huechuraba).

- Anillo lejano (rojo): se localizan cerros (fuera de la cuenca) que no son visibles desde los sitios de observacin (Aconcagua, Tupungato, El Mauco, Huechn, cuesta Zapata y Sombrero). Podra reflejar una forma de estructurar la topografa a pequea, mediana y gran escala, con relaciones de proximidad y lejana a huacas o a grupos humanos que habitaban a los pies de estas montaas. Una estructura similar de anillos concntricos, describimos para la localizacin de sitios arqueolgicas en la cuenca del valle de Cuz Cuz (Bustamante 2005a, 2005b).

cerro wanguelen
Figura 27. Crculos orogrficos de la cuenca de Santiago (cercano, medio y lejano).

Stehberg y Sotomayor (2012:143) describe una estructura similar aunque no utiliza el criterio de visibilidad para definirla. Agrega en el crculo exterior la Iglesia de Piedra, en el cordn de Chacabuco; la cueva de guara vasi (huaira wasi=casa del viento) y las ruinas de Chada, en el cordn de Angostura.

5.11. Salida de Sol solsticio de junio
Hoy es imposible observar la salida del Sol desde Plaza de Armas, donde estuvo emplazada la antigua Haucaypata, para el solsticio de junio, pues el lugar est rodeado de altos edificios. Para solucionar este problema metodolgico se traz una lnea recta entre la Plaza de Armas y el cerro Leonera, donde sale el Sol visto desde el cerro Huelen para el inicio del invierno.

Encontramos que el punto ms apropiado est a 30 m al este del puente Loreto, junto a la rivera norte del ro Mapocho, donde se produce un espaci que permite una vista -aunque limitada- cercana a la visual que se tena de la Haucaypata, al oriente.La figura 28a, muestra la salida del Sol en el punto donde confluyen el cerro Leonera con el cerro San Cristbal (Tupahue), integrando a ste en el sistema de cerros sacralizados. As debi verse la salida del Sol desde la Haucaypata y ushnu hace ms 500 aos. La foto inferior (28b) realizada usando herramientas de Photoshop (filtro bordes resplandecientes y luego invertir), permite ver como el Sol sale donde confluyen ambos cerros.

cerro wanguelen
Figura 28. Salida de Sol en el solsticio de junio como hubiese sido visto
desde el ushnu ubicado en la cancha de la Plaza de Armas.

La figura siguiente (29) muestra la salida del Sol en el solsticio de junio como se ve actualmente desde la Plaza de Armas, los edificios circundantes impiden ver el momento de la salida del Sol tras las montaas, siendo visible aproximadamente 1 hora despus del amanecer.

cerro wanguelen
Figura 29. Salida del Sol en el solsticio de junio en la esquina NE de la Plaza de Armas,
calle 21 de Mayo con calle Catedral (vista desde calle Puente).


5.12. Comparacin de salidas de Sol desde dos puntos distantes

Eligiendo un punto 30 m al oriente del anterior (puente Loreto), pudimos lograr una toma con los cerros despejados, para poder medir con exactitud el punto de salida del Sol y contrastarlo el mismo fenmeno pero visto desde el cerro Huelen, ubicado 600 m al norte. La figura 30 muestra que para esta distancia, y con esta configuracin de cerros en el horizonte observado, la diferencia angular para la salida del primer rayo de Sol ser cercana a los 0.5 (30’ de arco). Por razones meteorolgicas, la fotografa fue tomada un da antes del solsticio de invierno, el da 20 de junio, cuando la diferencia en valores de declinacin es del orden de 18,3’’ de arco con el da del solsticio, imperceptible al ojo humano.

cerro wanguelen
Figura 30. Medicin de distancia entre salida de Sol: a) desde cerro Huelen y b) desde puente Loreto.

5.14.- Movimiento del Sol en el solsticio de junio
En la tabla 4 y grfica 1 se muestran los valores de declinacin (δ) (18) en das consecutivos, 10 das antes y 10 despus del solsticio. Si tomamos como ejemplo, la observacin del Sol para los das 18 y 21 de junio, la diferencia se reduce a 02’9,3’’, es decir, a una 15va parte del disco solar, lo que resulta insignificante. El mismo ejercicio a 10 das del solsticio, p.ej. el 11 de junio o 1 de julio, se tendr una diferencia promedio de 021’37.7’’ que equivale al 73% del disco solar, cercano a los valores de declinacin el Sol en das -consecutivos- cercanos a los equinoccios.

18. Distancia angular medida del ecuador a un objeto celeste a lo largo del crculo horario. Se designa como positiva al norte del ecuador y negativa al sur (Aveni 2005:138-139).

Tabla 4. Tabla de Valores declinacin del Sol (solsticio de invierno 2013) (19)
Grafico 1. Declinacin Sol (solsticio de invierno 2013
)

19. Astronomical Almanac 2013 (2009), para las 0 horas tiempo terrestre (meridiano de Greenwich).

Para los solsticios, el Sol tiene un movimiento casi imperceptible en el horizonte, siendo imposible de apreciar a ojo desnudo un da antes o despus del evento, cuando el Sol tiene una diferencia de pocos segundos de arco, p.ej. entre el 20 y 21 de junio, igual a 00’18.3’’. Esta diferencia se aumenta a 2’ con 3 das antes y despus del solsticio, es decir, todava despreciable (pero si apreciable a ojo desnudo). Llegando a cerca de 21’ o 22’ a 10 das de diferencia.

El modelo o tcnica del linear solar observatory (Hardman y Hardman 1992) permite, gracias a la utilizacin de un marcador de horizonte, distante a lo menos a 10 das del solsticio, conocer el da exacto del evento solsticial. Este modelo no descarta observaciones ms precisas, p.ej. resolucin del orden de 1’ (capacidad del ojo humano) (Betancourt 2006), en observacin de estrellas y planetas; dependiendo de las condiciones atmosfricas y la capacidad del observador. Observaciones de hasta 6’ son aceptables (si se trabaja con teodolito), pues no inciden mayormente en la fecha de anuario con respecto a los valores calculados en acimut y declinacin (Moyano 2013).

De esta manera, se confirma que una observacin a 3 5 das del solsticio, no presentar diferencia apreciable al ojo humano en la posicin de salida del Sol con respecto a un marcador de horizonte.

6) CONCLUSIONES

Durante la presentacin de este trabajo en el contexto del XVIII Congreso Nacional de Arqueologa Argentina, se convers con el arquelogo Ian Farrington, los nuevos antecedentes respecto a la presencia de un importante centro istrativo Inca a orillas del ro Mapocho y las caractersticas de este, que se desprenden del anlisis arqueoastronmico y arqueolgico. Segn Farrington (comunicacin personal 2013), la existencia de las similitudes presentadas en este artculo, no slo confirman la existencia de estos “Nuevos Cuzcos”, sino refuerzan la idea de una poltica expansiva del Tawantinsuyu bajo el modelo de una apropiacin simblica e ideolgica de los espacios anexados. Esto ratifica la existencia de cerros huacas, caminos, canales y sistema de regado (Stehberg y Sotomayor 2012), junto a lo que aparentemente constitua previamente un lugar Mapuche para observar el cielo, nos referimos al cerro Wangelen (Huelen o Santa Luca).

En la presente investigacin se utiliz la llamada arqueologa del entorno, como herramienta de anlisis, pero tambin como pice de las llamadas arqueologas temticas dentro de los estudios del paisaje. El cruce de datos culturales, geogrficos, astronmicos, psicolgicos, permiten concluir -entonces- que Santiago fue fundado sobre un antiguo asentamiento Inca, con una poblacin anterior local Mapuche. En tal sentido la triada PAH (pareidolia, apofenia e hierofana) sugieren que tanto el cerro Hueln como el cerro El Plomo y la cadena de cerros de Altos de Lipangue constituyen mimetolitos y pudieron ser considerados elementos potencialmente sagrados dentro de la construccin social del entorno en momentos previos a la llegada de los espaoles a la cuenca de Santiago.

Los datos expuestos ayudan a contextualizar hiptesis ya planteadas en Bustamante (2012, 2013), Bustamante y Moyano (2012), Stehberg y Sotomayor (2012), y Lpez (2013), que indican la existencia de un centro poblado Inca bajo el casco antiguo de la ciudad de Santiago. Si bien existe una cantidad de planos de Santiago relativamente abundantes que coinciden en la forma y tamao general de calles y manzanas, resulta destacable el hecho de que en general los planos estn mal orientados presuponiendo sus autores, una orientacin de las calles segn los puntos cardinales. En la realidad la calle Catedral, eje ordenador de la ciudad Inca presenta un acimut de 83 (+/-15) (Moyano 2013).

Al respecto las orientaciones astronmicas recogidas demuestran en principio la existencia de lneas de visin o ceques desde cerro Huelen y la actual Plaza de Armas, que daran orden a las principales actividades econmicas y polticas dentro de la ritualidad andina. En ambos casos -al parecer- se destaca la variable lunar por cuanto se marcan paradas mayores y menores de la Luna, junto con orientaciones para la Luna llena en los das cercanos a los equinoccios.

Destacando la posibilidad de marcar -al menos- los eclipses parciales de Luna de los grupos de Saros 127 y 108 (nov 16-1491 y nov 17-1518 -tiempo GMT- respectivamente) ambos con valores de declinacin cerca de la parada menor de la Luna al norte en el horizonte del cerro El Plomo.

Se plantea tambin, la posibilidad que la orientacin de las calles del antiguo Santiago, respondan a una planificacin anterior donde se destacaron determinados hitos en los horizontes este y oeste, como ejes para la planificacin urbanstica y arquitectnica. Al respecto destaca la existencia del cerro Huelen, como posible lugar de observacin astronmica-orogrfica, tambin como elemento del paisaje sagrado de la cuenca, que bifurcaba los antiguos brazos del ro Mapocho. Dejando en un primer plano, la existencia de una antigua plaza y ushnu Inca, posiblemente orientados (con respecto al Sol a la salida) a los mismos ejes que la actual calle Catedral (28/29 marzo y 15 septiembre).

Inicialmente se pens que la orientacin de la calle Catedral pudiera estar relacionada con la correccin del calendario Juliano al Gregoriano (Bustamante 2012). de all el desfase de 11 o 12 das con respecto al equinoccio moderno. No obstante, la evidencia astronmica sugiere que se relacionen ms bien con el mes sindico de la Luna cercano a los equinoccios y como mecanismo til para calibrar la cuenta de 12 meses lunares sindicos (12 x 29.5 = 354 d), sumando una 13va luna (de 11 12 das) para completar los 365 das del ao solar. Fenmeno conocido astronmicamente como crossover o cruce del Sol y la Luna en fechas cercanas al equinoccio de primavera, que en el caso de los incas pudo tambin relacionarse con la fiesta de la Citua dentro del mes lunar de septiembre (Moyano 2013).

El hallazgo de una piedra tallada (tipo maqueta) en el cerro Huelen, indican adems la existencia de un sistema de clculo Inca conocido como yupana. El cual junto con la observacin astronmica, pudo servir como mecanismo de cuentas que excedan o se equiparaban a la vida de un ser humano a travs de una nemotecnia asociada a la memoria a largo plazo. De all la existencia de marcadores para la Luna en su parada mayor y menor al norte, cada 18-19 aos. Esta ltima quizs relacionada con la observacin y prediccin de algn ciclo de eclipses en momentos tardos de la ocupacin Inca del valle del Mapocho, dentro de una concepcin anmica del entorno que conceptualizaba a este evento astronmico como la muerte simblica de la Quilla.

El descubrimiento de una piedra de tacitas- probablemente Mapuche- y una escala tallada en la roca de origen Inca, sugiere que para ambas culturas este cerro fue sagrado y que probablemente tambin cumpli con la finalidad de un lugar para observar el cielo. La proposicin de un nombre alternativo para el cerro que pudo denominarse Wangelen, apunta en la direccin de su posible uso como observatorio astronmico.

En la misma lgica y desde el punto de vista de la triada PAH, es probable que este cerro fuera concebido como un ombligo, un axis mundi o posiblemente un segundo ushnu, gracias a sus caractersticas naturales y ubicacin privilegiada con respecto al resto de la cuenca de Santiago. Destaca entonces, la existencia de interesantes analogas entre lo que parece ser la antigua planta urbana de Santiago y del Cuzco, con la existencia de un cerro isla (cerro Huelen) a semejanza de la fortaleza de Sacsayhuaman, junto con la Plaza de Armas donde se habra ubicado la antigua Haucaypata, posiblemente tambin utilizada como un contenedor de aguas a partir de la evidencia de inundaciones.

De esta manera al observar eventos astronmicos, p.ej. solsticios, equinoccios, lunisticios o crossover, desde distintos puntos de la cuenca de Santiago se forman alineaciones repetitivas con diversos cerros que probablemente pudieron ser considerados sagrados por esta misma circunstancia. Un entorno (paisaje) estructurado en base a criterios de visibilidad e invisibilidad, a partir de la utilizacin del horizonte y el concepto de anillos de proximidad entre lo cercano, medio y lejano.

Estas apreciaciones permiten suponer -entonces- la utilizacin del espacio geogrfico como un referente, no slo para el movimiento del cielo (escala 1:1), sino adems como un marcador social dentro de la organizacin socio-poltica de los incas en la cuenca del Mapocho, concebido quizs como un “Nuevo Cuzco” en territorio Mapuche con fechas cercanas al 1470-1536 d.C.

AGRADECIMIENTOS

A nuestras familias, a las culturas ancestrales que legaron este instrumento multipropsito escala 1:1, que recin estamos comenzando a comprender despus de 500 aos. A los representantes de las comunidades indgenas actuales Mapuche, Aymara, Quechua, Colla, Diaguita, Collas, Rapa Nui, Kawashkar, Yamanas y otros, que hoy trabajan por rescatar y preservar este legado. Hacemos un llamado de atencin hacia la perdida de la visin en 360 en torno al cerro Huelen (por la construccin de altos edificios), que constituye parte del patrimonio visual y astronmico reconocido por la UNESCO y la IAU, que necesitamos preservar.

Preguntas, comentarios? escriba a: [email protected]

Cmo citar este artculo:

Bustamante Daz, Patricio; Moyano, Ricardo. Cerro Wanguelen: obras rupestres,
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cuenca de Santiago.
En Rupestreweb, /cerrowanguelen.html

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