o5l44


LA MEMORIA DE LOS CERROS. Algunos comentarios sobre los sitios con arte rupestre de la regin de Potos (Bolivia).

Pablo Cruz. UMR 8096 Universidad de Paris I. [email protected]

Introduccin

A semejanza de otras regiones montaosas, los Andes albergan numerosos abrigos rocosos y cuevas que sirvieron, desde un principio, como refugio frente al duro clima de altura.Muchos de esos refugios estn, desde entonces, ornados por pinturas y grabados rupestres que muestran smbolos y representaciones iconogrficas de un pasado lejano pero que, sin embargo, lograron sobrevivir el paso del tiempo.

A diferencia de los tiles y de los objetos, donde la decoracin puede o no ser portadora de un mensaje explcito —los objetos pueden estar decorados unicamente con un fin esttico—, las pinturas y grabados rupestres han sido consideradas sobre todo como un soporte narrativo. Lo que no quiere decir que ellas no guarden al mismo tiempo, hoy en da como en el pasado, un cierto valor esttico. Sin embargo, en la mayora de los casos solo disponemos de escasos medios para descifrar un mensaje original diluido por los aos y por numerosos cambios culturales. Lamentablemente, an cuando estamos convencidos de que los motivos rupestres son portadores de un mensaje, en la gran mayora de los casos los contemplamos de manera estril, como si en ellos vieramos un texto sin palabras.

Frente a la complejidad semntica que puede guardar cada representacin, los mrgenes de anlisis se vuelven entonces muy reducidos, en muchos casos limitados a descripciones evidentes como ser: se trata de la representacin de un animal, de un hombre, o de una escena de caza... ; a tal punto que el mensaje se pierde detrs de la forma y del estilo. Nada parecera entonces ms lgico que el empleo de "arte" rupestre o "arte" parietal para designar una lectura formal y esttica. Esta percepcin, minimalista y atemporal del fenmeno rupestre se acerca mucho del concepto de "arte primitivo" en donde una esttica globalisante prima sobre la historia y el mensaje. Sin embargo, pensamos que con la prudencia necesaria al caso, se puede sobrepasar este estado descriptivo articulando diversos registros y comunicando con otras disciplinas como la ethnohistoria y la etnografa.

As, en este trabajo quisieramos compartir algunas reflexiones acerca de los sitios con arte rupeste de la regin de Potos (Bolivia) proponiendo diversos ngulos de lectura. No obstante, no tratamos de presentar aqui una solucin etnoarqueolgica para comprender los sitios con pinturas rupestres, sino que tratamos de alargar el campo de anlisis hacia otras disciplinas. Por un lado presentaremos desde la arqueologa los sitios con arte rupestre y por otro lado trataremos de comprender como ellos fueron y como son percibidos por los habitantes de la regin desde la llegada de la colonia hasta la actualidad. De esta manera, despus de una breve presentacin de los sitios y de sus contextos geogrficos y culturales, desarrollaremos como a travez del tiempo estos lugares se integran dentro de un paisaje ritualizado.

LOS SITIOS

Presentaremos aqu ochos sitios con arte rupestre, de los cuales siete se encuentran en cercanas de la localidad de Betanzos y uno no muy lejos de de la ciudad de Potos. Estos sitios fueron elegidos entre otros por la cantidad y por las temticas de las representaciones como por poseer una localizacin particular en el paisaje. Los sitios se encuentran en la regin de puna seca, a una altura que oscila entre los 3200 m. y los 3800 m. Esta rgion se caracteriza por tener un clima de altura aunque ms docil que el altiplano, con una vegetacin compuestas por gramineas y pequeos arbustos xrofilos. Desde el punto de vista cultural, esta rgion forma parte de rea denominada como Andes Centro-Sud.

Lajasmayu

Complejo Lajasmayu

La comunidad Lajasmayu est localizada en las proximidades del pueblo de Betanzos, distante a unos 40 kms. de la Ciudad de Potos. Dentro del territorio de esta comunidad se encuentran numerosos sitios con pinturas y grabados rupestres, la mayora de los cuales estn plasmados en una impresionante pared de areniscas que corre en direccin norte-sur. Esta singular formacin geolgica corresponde al movimiento sinclinal de Betanzos. Sobre esta pared se encuentran 4 sectores con pinturas rupestres llamados Supay Molino Khakha, Sara Cancha, Bailantusuna khakha y Khakha Cancha. Prolongando este cerro y en direccin de la localidad de Ventilla; los sitios con ate rupestres se multiplican. Presentaremos aqu uno de ellos denominado Jatun Cueva. Varios sectores con pinturas ruestres de Lajasmayu fueron estudiados por Matthias Strecker y por otros de la SIARB (Sociedad de Investigacin de Arte Rupestre de Bolivia). Nuestro trabajo de campo, principalmente relevamientos calcogrficos, fotogrficos y topogrficos, fueron realizados durante los aos 1996 y 1997 en coordinacin con la Prefectura Departamental de Potos.

Supay Molino Khakha

Se trata de una pared rocosa y de inclinacin oblicua (entre 70 y 90) localizada a escasos metros del rio Lajasmayu. Sobre esta pared se encuentran unas 100 pictografas diseminadas a lo largo de 10 m. y a una altura que oscila entre 1.50 m. y 4.50 m. En razn de la erosin continua que presenta el suelo se puede deducir que en tiempos pasados estas alturas fueron menores. Las pinturas de este sector, reagrupadas en varios es, estn realizadas en diversos tonos de color rojo, blanco, gris, ante y negro siendo la mayora de las representaciones monocromticas. En algunos es, se entremezclan y superponen motivos abstractos (lineas, lineas serpenteantes, crculos, crculos concntricos, espirales, redes o mallas, etc.) con representaciones zoomorfas y antropomorfas. Entre los motivos geomtricos sobresalen un cruz espiralada en color rojo, varios motivos ramiformes y la representacin de un tejido en color rojo-violceo que muestra singulares guardas laterales. Por su parte, entre las representaciones zoomorfas se destacan un grupo de camlidos, algunos muy estilizados, relacionados a una escena de caza. Otro motivo destacado es la de un "animal" mezcla hbrida de un suri con largas extremidades inferiores y cabeza de camlido. En cuanto a las representaciones antropomorfas se distinguen algunas muy estilizadas como las representaciones tipo reloj de arena de otros ms naturalistas como ser los relacionados con escenas de caza. No obstante, sobresale entre todas las representaciones anthropomorfas, una de gran tamao, muy estilizada realizada en color blanco y rojo. Por debajo de este motivo, se localizan otras representaciones antropomorfas mas pequeas que portan armas, estos se encuentran alineados verticalmente culminando en su extremidad inferior en una representacin antropomorfa con cabeza de ave, sosteniendo en una de sus manos, una cabeza trofeo. Esta ltima representacin parece estar de pie sobre una especie de embarcacin cuya forma recuerda las balsas en totora del lago Titicaca.

Detalle de las pinturas de Supay Molino Khakha

Detalle figura central de Supay Molino Khakha

Las numerosas superposiciones, los diferentes estilos y contenidos iconogrficos de estas representaciones dejan ver diferentes pocas de ejecucin. Desde el punto de vista cronolgico los escasos materiales lticos observados en superficie permiten asociar el sector al Perodo Formativo y al Horizonte Medio.

Sara Cancha

Este sector se encuentra a unos 250 m. al norte de Supay Molino Khakha y est igualmente recostado sobre la misma formacin geolgica. Como en el caso anterior, las pinturas se agrupan en es diseminadas largo de la pared y concentrndose por debajo de un alero pequeo. Como en el sitio de Supay Molino Khakha, en Sara Cancha se hallan una centena de motivos geomtricos asi como representaciones zoomorfas y antropomorfas. Sin embargo, en este sector se pueden observar un mayor nmero de representaciones de camlidos. Estas representaciones integran escenas de caza como camlidos alineados a modo de caravanas -aunque no se constataron representaciones de animales llevando cargas-. Los motivos geomtricos de este sector (espirales, crculos concntricos, redes o mallas, etc.). no comparte el mismo estilo que en Supay Molino Khakha y muchos de ellos son polcromos. Entre las representaciones antropomorfas sobresalen algunas muy estilizadas, en forma de reloj de arena y realizadas en uno o dos colores. En otro estilo, se destaca tambien una representacin antropomorfa que porta un penacho.

Sobre la surperficie del sector se constat, de manera dispersa, un gran nmero de restos matriales que ponen en evidencia numerosas ocupaciones. El material encontrado en superficie se vincula al Perodo Formativo y al Horizonte Medio para la regin de Potos.

Bailantusuna khakha

Bailantusuna khakha se encuentra sobre esta misma formacin geolgica de Lajasmayu, cerca de la cumbre a 1.000 m. al norte de Sara Cancha. Este lugar, por estar cerca de la cumbre, domina un gran espacio visual y hoy da, los campesinos de Lajasmayu suelen venir en ocasin de la fiesta de San Juan para realizar hogueras, las cuales se ven desde grandes distancias.

En este sector se localizan dispersas unas rocas de gran tamao en las que se pueden observar algunos motivos pictricos. Las pinturas se encuentran en las hoquedades de estas rocas y estn asociadas a la impronta dejada por estructuras en barro adosadas a las mismas. Estas marcas corresponderan a estructuras funerarias adosadas conocidas vulgarmente como "chullpas ampollas".

Los motivos ms frecuentes estn realizados con pigmentos ocres rojizos y dejan ver un trazo geomtrico acercndose morfolgicamente a la representacin de unos sombreritos. Es interesante sealar que estos motivos aparecen en otros sitios asociados con estructuras funerarias. Tambin se puede observar en este sector algunas representaciones esquemticas de camlidos y una representacin de un rostro humano.

Por otra parte, frente a las rocas con pinturas rupestres podemos encontrar una pequea hoquedad natural denominada "Cueva del Lik'ich'iri", aludiendo a un personaje mtico de carcter malfico el cual suele extraer o succionar la grasa de las personas (del qechua lik'i-grasa, ch'iri-sacar) En este sitio tambin se observan razgos funerarios ya que en el interior aparecen una gran cantidad de restos esqueletales humanos expuestos.

Khakha Cancha

El sitio de Khakha Cancha se encuentra en el extremo norte de esta formacin de Lajasmayu. Se trata de una prominente pared rocosa sobre la cual se apoya de manera casi vertical una pea desprendida. Es sobre esta roca que se localizan la mayor cantidad de pinturas rupestres. Entre ellas, se destaca la representacin de un tejido, aunque ms simple y de menor tamao que el de Supay Molino Khakha y unas representaciones complejas que podramos figurativamente asociar con un cienpis. Sobre la base de esta pared, se constataron varias piedras que posiblemente formaban una estructura funeraria derrumbada. Es interesante sealar que motivos semejantes a estos "cienpis" fueron observados en otros sitios de la regin que comportaban vestigios funerarios.

Muy cerca de este sector se encuentra un extenso sitio arqueolgico donde se pudo poner en evidencia una densa ocupacin desde el Perodo Formativo hasta el Perodo Inca. Numerosas estructuras funerarias son igualmente presentes en el sector.

Jatun Cueva

Jatun Cueva se encuentra a unos 1000 m. al norte del sitio de Khakha Cancha sobre otro cerro. Como su nombre lo indica, Jatun Cueva es un refugio natural de gran tamao que se encuentra al margen de una quebrada. A diferencia de los casos anteriores, en este abrigo rocoso cohabitan pinturas rupestres con petroglifos. Las pinturas se encuentran plasmadas sobre el muro dorsal del refugio compuesto por areniscas mientras que los grabados se situan sobre un florecimiento basltico que emerge al interior del abrigo. Tanto las pinturas como los grabados exponen principalmente representaciones zoomorfas y antropomorfas. Como en la mayora de los sitios, los camlidos se encuentra entre los motivos ms frecuentes. Se destaca entre ellas una escena de parto muy natural. Algunas representaciones grabadas y pintadas de felinos y de vizcachas completan los motivos zoomorfos. Las representaciones antropomorfas pintadas son muy simples a diferencia de aquellas grabadas, de singular belleza, estilizadas algunas de las cuales muestran tocados y armas.

Detalle grabado Jatun Cueva

Detalle parto de un camelido, Jatun Cueva

Si la gran mayora de las representaciones rupestres de este sitio remontan a una poca prhispanica, otras parecen ser en cambio mucho mas modernas. Entre ellas se destaca la representacin de un mujer en polleras y sombrero que recuerda el sombrero tipo usado por las cholitas paceas.

La superficie del sitio libr muy poco material arqueolgico, solo se registraron algunas puntas de proyectiles y lascas as como escasos fragmentos cermicos.

Pignasi

La comunidad de Pignasi se encuentra a unos 8 kms. de la localidad de Betanzos y a unos 12 kms. de los sitios descriptos de Lajasmayu. Cerca de esta comunidad se encuentra una quebrada de marcada coloracin rojiza (areniscas ferrosas) por la cual se accede a la pampa de Betanzos. Todo a lo largo de esta quebrada corre un camino calzado cuyo origen pensamos prehispnico[1]. Los sectores con arte rupestre se encuentran al pie de esta quebrada.

Unkhu incaico, Pignasi

Cueva de Pignasi

Se trata de un alero de gran tamao y profundidad, recostado en el margen oriental de esta quebrada. En su interior se pueden observar alrededor de 300 representaciones pictogrficas realizadas en colores amarillos, rojos, negros y blancos. Estas pinturas muestran una gran diversidad de motivos geomtricos as como zoomorfos y antropomorfos. Entre los motivos geomtricos se destacan una serie de puntos unidos entre si por unas lineas ascendentes en zig-zig que posiblemente representan el camino que corre al pie de la cueva. Las representaciones antropomorfas son igualmente variadas, desde motivos muy simples a otros muy complejos donde la policroma resalta las vestimentas (unkhus).Se destaca entre ellas, una escena que representa una mujer, acompaada de un camlido y de otro animal mas pequeo, posiblemente un perro.

Frente a este alero, a unos 100 mts. de distancia, se encuentra una pared de arenisca con un florecimiento basltico en sus pies. Sobre esta pared se destaca a la distancia un motivo pictogrfico de gran tamao y trazo geomtrico que representara un tejido o atuendo similar a la iconografa incaica del unkhu. Sobre este motivo se esgrafi una cruz que presumimos de poca mas reciente.

Esta representacin acompaa a unas poco visibles representaciones antropomorfas realizadas en color negro. Este conjunto de pictografas estn superpuestas a una serie de petroglifos geomtricos en su mayora crculos concntricos. Se demarca igualmente una serie de grabados con motivos similares a los sealados en el sitio de Bailantusuna Khakha. Como en este ltimo, sobre las roca se observa la impronta dejada por una estructura aunque no se puede precisar si se trata de una estructura funeraria u otro tipo de estructura.

En los alrededores de este sector, las pinturas rupestres se multiplican de manera aislada en casi todos los abrigos y paredes rocosas mostrando principalmente representaciones zoomorfas como ser camlidos y aves.

Grabados de Betanzos

Los grabados de Betanzos, estn localizados sobre la pampa de Betanzos en relacin al camino prehispnico citado anteriormente. Los grabados fueron ejecutados sobre un alero. Hoy en da, este alero es utilizado como corral y deposito de maz. Los grabados se componen esencialmente de crculos concntricos de diferentes tamaos. Sobre la mayora de estos crculos se superponen un grn nmero de cruces coloniales.

La Cueva del Diablo

La Cueva del Diablo se encuentra enclavada, frente al rio Huayna mayu, en la quebrada de San Bartolom distante a 7 km. de la Ciudad de Potos. Se accede a ella por la ruta nacional que comunica Potos con Oruro. Esta cueva es un refugio rocoso de gran tamao que se encuentra actualmente cerrado por una reja, siglada COMIBOL, dado que se piensa que el diablo de la mina, el Tio, se encuentra all encerrado.

Condor momificado, Quebrada de San Bartolom.

Las pinturas rupestres de este sitio se encuentran diseminadas mayoritariamente en el interior de esta formacin a una altura que oscila entre los 2.50 m. y los 4.50 m. del suelo. Como en la mayora de los sitios, los camlidos son los animales mas representados pero a diferencia de los otros -se destaca particularmente aqui- la representacin de animales llevando carga. Por su parte, las representaciones antropomorfas son menos numerosas y estn asociadas a las representaciones de camlidos. Al interior, en la parte central de la pared de fondo, se hall, oculta por una capa de pintura moderna en color rojo, una representacin antropomorfa de gran tamao de indudable origen prehispnico. Lamentablemente, las pinturas rupestres de este sitio se ven invadidas de grafitis contemporneos, muchos de los cuales portan mensajes satnicos, realizados con pinturas sintticas. En el exterior de La Cueva del Diablo se encuentran otras pinturas que lamentablemente estn en mal estado de conservacin por estar a la interperie pero que dejan ver un estilo geomtricos. As mismo se observa a escasos metros de este alero unas representaciones antropomorfas realizadas en color negro que portan tocados y armas.

Quebrada de San Bartolom.

Lugares con pinturas, lugares de culto… lugares donde se construye la memoria

De manera general, en la regin de Potos, los sitios con arte rupestre se situan en lugares que se destacan en el paisaje por sus atributos morfolgicos: tamao y coloracin de la roca, forma particular, aleros y cuevas de gran tamao. Con frecuencia, estos lugares son designados con el vocablo quechua "khakha". Mediante este vocablo se suele denominar toda roca o pea fuertemente remarcable y que presenta, en algunos, casos de aspecto inquietante o aterrador como afirman los campesinos de lajasmayu.

-Khakha es toda roca grande, media horrible, eso es khakha siempre que andamos por un lugar as, que es khakha, tenemos cuidado. (Don Walter refirindose a Supay Molino.).

En algunos casos, esta denominacin se integra al nombre propio del sitio como en Supay Molino Khakha o Khakha Cancha. Estos lugares encarnan, espacios no domesticados donde habitan seres en margen de la humanidad como los diablos (supays), las nimas, los duendes, etc. Estas peas, a igual que los rios, las lagunas se convierten, en determinados momentos del da (crepsculo-anochecer) y del ao (Agosto-carnaval), en lugares donde la frontera entre el mundo de los hombres y el inframundo (ukhupacha) se vuelven peligrosamente permeables. El ukhupacha, es un trmino elegido por los evangelizadores del siglo XVI, que designa el mundo de abajo y del interior y que fu utilizado para traducir en quechua el infierno, donde fueron exiliadas las antiguas divinidades contrarias al nuevo orden colonial (Bouysse-Cassagne y Harris, 1987). Entre ellos el culto a los muertos, cuyo culto actualizaba peligrosamente el pasado prehispnico, eran probablemente los ms diablicamente subversivos ; de suerte que el trmino supay, que anteriormente designaba el alma de los muertos, se convirtio en la regin andina en sinnimo de diablo (Taylor, 1980 ; Bouysse-Cassagne, 1998 ; Estenssoro, 1998). Sin embargo y malogrando los esfuerzos de los misioneros, la particin cielo-tierra-infierno no logr imponerse totalmente. En la actualidad, ella combina con una metafsica ms antigua de la dialctica de lo salvaje y lo domstico. Actualmente el ukhupacha de los diablos y de los muertos es conceptualizado como la cara oscura, no totalmente socializada, del universo : un mundo salvaje y frtil, a la vez distinto y complementario de la morada celestial de Dios y de los santos (Bouysse y Harris.op.cit. ; P. Absi, 2001).

As mismo, remarcamos que la mayora de los casos, estos sitios se encuentra cerca de lugares de trnsito cuando no es directamente al lado de antiguos caminos. Significativamente, en ninguno de estos sitios se constat la presencia de estructuras de hbitat. Si podemos pensar que en tiempos muy tempranos muchos de estos lugares sirvieron de refugio a grupos de cazadores ningn material da cuenta de una ocupacin como sitio de habitat -en perodos mas recientes, desde el perodo formativo, los habitantes de la regin siguieron un patrn de asentamiento de tipo aldeano. Tanto en la Khakha Cancha como en la Cueva del Diablo, los sitios de hbitat arqueolgicos (las aldeas) se encuentran a ms de 200 m. de las pinturas mas cercanas. En algunos casos estos lugares de trnsito son tambin s a otros pisos ecolgicos o a otras regiones del mismo piso. La circulacin de hombres por estos lugares se revela igualmente por la representacin de camlidos alineados que deja suponer circuitos caravaneros.

En Pignasi y en la Cueva del Diablo, los motivos rupestres se encuentran a la entrada de quebradas que comunican respectivamente con otras regiones: el valle de Chaqui con el altiplano en el caso de Pignasi o con el famoso cerro minero de Potos en el caso de la Cueva del Diablo. Es interesante sealar que el Cerro Rico de Potos (Sumaj Orqo) es considerado, por lo menos desde el perodo Intermedio Tardio (pre-inca), como una importante huaca regional. Significativamente, a escasos metros de la Cueva de Diablo; en la entrada misma de la quebrada de San Bartolom se encuentra una aldea que lleva el nombre de La Puerta. Si bien el origen de esta aldea remonta a la poca colonial, la misma se encuentra localizada sobre un sitio de hbitat con una larga secuencia de ocupacin, que a juzgar por los materiales hallados en superficie, remontara al Perodo Formativo.

El Cerro Rico de Potosi

Volviendo a las pinturas rupestres de esta cueva, sealamos lineas atrs que ellas se destacan por ser uno de los raros exemplos de camlidos llevando cargas. Dadas las caracteristicas de la regin, es muy posible que las cargas representadas estn relacionadas con los numerosos yacimientos mineros de la regin y no con otros productos que estan ausentes. Recordemos aqu, que esta quebrada representa una puerta o un pasillo que se abre directamente hacia el cerro de Potos considerado como una divinidad mayor. Segn las fuentes histricas, la explotacin de este cerro debutara con la llegada de la corona espaola. Sin embargo, los resultados de nuestros ltimos trabajos de campo efectuados en la regin y en el Cerro mismo, ponen en cuestion estas fuentes[2].

Paso obligado entre la cordillera de los Frailes y el altiplano -y desde all a la cuenca del Titicaca-, desde pocas remotas las caravanas que transitaron por este lugar devieron hacer sus ritos en esta cueva. Referencias acerca de estos ritos los encontramos en tiempos ms tardos, al comienzo de la explotacin colonial del Cerro Rico, en la carta del Jesuita Pablo Jos Arriaga.

…-Tenian estos naturales en la quebrada que hoy llaman San Bartolom (distante de esta Villa una legua), ua gran cueva naturalizada en pea viva, donde un dia a la semana iban como en precesion a adorar al comun enemigo, que las mas veces se les aparecia visible…

Los materiales observados como las pinturas mismas sugieren que tanto en la Cueva del Diablo como en la cueva de Pignasi la celebracin de ritos en estas "puertas" o "punkhus" sera anterior a la llegada de los Incas a la rgion. La implantacin del Imperio del sol en el Collasuyu es bastante tarda, ella fue encarada por Topa Inca en la segunda mitad del sigo XV. Desde el Cuzco, el Incario se caracteriz por una dominacin econmica de los diferentes culturas y por un sistema de recuperacin o de englobamiento los antiguos cultos locales. Esta situacin se pone en evidencia en el sitio de Pignasi, donde el "Unkhu", emblema del soberano fue pintado en un nivel ms alto, dominando los grabados ms antiguos.

Diferente es la situacion a la llegada de la colonia donde fue organizada una campaa de extirpacin de los cultos indgenas. A diferencia de los grabados de Pignasi, los grabados de Betanzos, muy similares en la forma, se vieron estigmatizados de cruces cristianas como si a travs de ellas se buscara exorcisarlos.

Desde otro registro, unos de los ejemplos mas claros del o entre los sitios de culto con pinturas rupestres y la f cristiana lo vuelve a dar la Cueva del Diablo. Numerosos son los casos, durante la colonizacin del nuevo mundo, donde un santo o una virgen logra vencer los cultos locales, -que para entonces adoptaron la forma del demonio-. La carta del Jesuita Arriaga, cuenta como San Bartolom, evangelizador de Asia menor, de la Mesopotamia y de Armenia, fue trado a Potos para combatir el diablo que habitaba esta quebrada. Transfiguracin local de la extirpacin de las idolatras, San Bartolom vence y encierra por siempre el Diablo dentro de la Cueva. Para conmemorar ese evento, se construye, en un alero inmediato a la cueva, un altar que todavia existe. En nuestros das, la victoria del santo es celebrada por la prosecin y fiesta de Chutillos, principal evento del calendario festivo de Potos. Sin embargo, a pesar que San Bartolom o las autoridades coloniales condenaron los rituales indgenas llevados a cabo en la Cueva del Diablo, no pudo lograr que ellos desaparezcan por completo. Particularmente en Potos, considerada por los espaoles mismos como "la boca del infierno" (Capoche, 1585 ; Alvarez, 1588 ; P. Absi, 2001, 2002). Al igual que en otros sitios de culto, la subyugacin del demonio, -representante clandestino de los antiguos cultos locales- permiti, paradojicamente, su reactualizacin dentro de una religin oficial garantizando asi una cierta supervivencia del lugar a travs del tiempo.

Actualmente, para los mineros de Potos, el Diablo de la cueva no es otro que el Tio de las minas -propietario de los yacimientos mineros- el cual es celebrado de manera frecuente. De hecho, fue la misma COMIBOL (Comision Minera Boliviana) que asegur el lugar con una imponente reja que lleva sus iniciales. Sin embargo, tal barrera no impide por cierto, las libaciones clandestinas de campesinos y mineros realizadas desde el exterior de la cueva. Y como todo lugar que comunica con el inframundo es suceptible de proveer tesoros, es lgico encontrar que la leyenda que cuenta que el mas grande falsificador del Potos colonial, Don Rocha , escondiera su fortuna precisamente en este lugar.

En fin, es interesante sealar que cerca de ese sitio se encuentra otro lugar de culto actual, sin pinturas, pero en el cual se observa un condor momificado. Esta ave es considerada por los campesinos de la regin como un "mallku" y asociada a las montaas y a los antepasados. Este santuario, que pone en evidencia la persistencia de un culto no cristiano, pudo haber sido erigido igualmente por la autoridad colonial, con el fin de desplazar los ritos efectuados en la ya condenada Cueva del Diablo

Pero hoy la presencia del diablo no es exclusiva a esta cueva. La mayora de los sitios con arte rupestres se ve incorporado dentro un espacio mtico considerados por los campesinos como lugares emanadores de fuerzas habitado por los supays (diablos). De hecho, la presencia de supays se encuentra tambin presente en el nombre propio de algunos sitios como Supay Molino Khakha -mezcla de vocablos quechuas y castellano que se puede traducir como la pea (khakha) del molino del diablo (supay)-, aludiendo a las ruinas de un molino colonial situado en las inmediaciones del sitio. Segn cuentan los campesinos de Lajasmayu, los diablos del lugar, -donde se encuentran las pinturas- trabajan el molino por la noche y se cuenta que en numerosas ocaciones fueron hallados costales con harina frente a las ruinas del mismo.

En otros casos, como en Khakha Cancha, hombres y diablos se dan cita para ayudar a que los instrumentos musicales encuentren las justas melodas. Estos lugares, llamados en esta regin "serenos", son lugares de memoria donde se reproducen los antiguos aires musicales y donde se crean nuevas melodias.

-Cuando era joven vea que mi hermano mayor venia aqu con sus amigos, toda la noche sequedaba aqu tocando msica.

-eran los supay quien les enseaban las melodas. a veces no mas venia y dejaba sus instrumentos, al da siguiente regresaba y afinados estaban (Don Walter).

Otros testimonios de la relacin entre hombres y diablos se materializa en las ofrendas dadas a estos ltimos a cambio de pedidos. As, durantes nuestros trabajos en Supay Molino y en Sara Cancha en varias ocaciones encontramos ofrendas de coca depositadas en rajaduras de la roca directamente asociadas con las pinturas. En fin, en Jatun cueva -donde las representaciones antropomorfas con diversos tocados son consideradas ellas mismas como las representaciones de diablos -y que estan acompaadas con otras representaciones asociadas con un principio de fertilidad, como la escena de parto- se constat un "pedido" realizados con pequeas piedras circundando un espacio y que representa en miniatura un terreno con su vivienda.

Sin embargo, buscar el encuentro con los diablos puede revelarse nefasto si no se hace en el momento ni con el protocolo ritual adecuado que proteja al hombre de la energa o fuerza que emana de estos seres.

-Cuando era joven y pasaba por aqu junto a mi padre, el me deca...

-no has de mirar, te vas a enfermar, mal has de estar y hasta loco puedes quedar.

-Pero yo las mire hartas veces y sano estoy. Parece que es creencia no ms.(Don Walter,).

En Pigasi se piensa que una visita prolongada donde estn las pinturas puede ocacionar la locura y la muerte. Los campesinos cuentan que hace tiempo un hombre visitaba de manera muy frecuente la cueva hasta que desapareci. Tiempo mas tarde se volvi a ver este hombre desnudo y en estado alterado como si se hubiese vuelto salvaje. Aqui volvemos a ver como en estos lugares la frontera entre el mundo de los hombres y el mundo indiferenciado de los diablos del inframundo llamados saqras, un trmino quechua que significa malos, espritus malignos pero tambin sagrados[3] se vuelve permeable. Entrar en o con un lugar o con un tiempo de gran presencia saqra — pasearse por la cima de una montaa, en un lugar desrtico, un cementerio, a una hora avanzada de la noche o todo otro espacio de o con el inframundo como la mina- supone en efecto, ser lo suficientemente fuerte como para oponer resistencia a la potencia del sitio. Caso contrario, el hombre se expone a perder su espritu. Esta patologa, muy difundida sobre la totalidad del continente sudamericano, es conocida con el nombre de susto, en quechua mancharisqa. Es por esta razon que en la entrevista anterior el padre protege a su vulnerable hijo de mirar las pinturas. Como entre los espritus humanos, existen saqras ms potentes que otros. Cuando el saqra es muy fuerte puede introducirse en el hombre entonces se habla de jap'isqa que significa en quechua, posedo (P Absi, 2001).

Al quedarse demasiado tiempo en estos sitios con arte rupestre, los hombres que no estn preparados se enferman (manchariska) o se vuelven salvajes (jap’isqa). Esta situacin fue igualmente sealada por P. Absi (2001, 2002) en el mundo de la mina de Potos donde los mineros —a fuerza de frecuentar el inframundo- son vctimas del susto bajo la accin de la fuerza saqra.

No obstante, los sitios con arte rupestres pueden acoger otros personajes que los diablos, aunque no por ello menos malficos. Entre ellos se destacan las numerosas cuevas donde habita el Lik’ich’iri como es el caso de la cueva de Bailantusuna Khakha. A parte de la cueva misma y de las pinturas cercanas a ellas, para los campesinos de Lajasmayu existen otras pruebas que confirman el caracter especial del lugar y la existencia de este ltimo siniestro personaje. En efecto, los restos seos humanos que se encuentran dispersos al intrior de la cueva del Lik’ich’iri —seguramente restos de una tumba perturbada por animales o saqueada por huaqueros-, son identificados como los restos de las vctimas de este siniestro personaje.

-Ves aqu es la cueva del Lik'ich'iri, aqu traa la gente para matarla y sacarle la grasa, despus la coma, ah adentro vas a ver los huesos, seguro que era la cocina.

-Aqu afuera los mataba, adentro los coma.

-Cuando ramos nios vino un Lik'ich'iri por aqu, todos tenamos miedo y no caminbamos solos ni de noche por aqu.

- El Lik'ich'iri haba venido de Inglaterra dicen, despus de un tiempo se habra de ir o lo habrn matado. (Don Walter).

Si el lik’ich’iri es, a diferencia de los diablos, un ser humano, este personaje encarna el alter ego del "otro", de un extranjero, la mayor parte del tiempo un misionero.

Reflexiones finales

As, a lo largo de este trabajo tratamos de ver como desde la etnografa y la ethnohistoria, los sitios con arte rupestre se integran dentro de un paisaje ritualizado. En la mayora de los sitios con arte rupestre se contast una larga secuencia de ocupacin a travez del tiempo, donde en algunos casos se continu pintando hasta un pasado reciente. Esta caracteristica se pone en evidencia tanto por las superposiciones rupestres y materiales arquelgico pero tambin por los mitos y leyendas que estn asociados con estos sitios. No quiere decir esto que en estos lugares existe una continuidad en las funciones o de las prcticas rituales del pasado. De hecho, es muy posible que ciertas superposiciones —rupestres, materiales o mticas- marquen rupturas en la funcin y en las prcticas asociadas a estos sitios. El caso mas concreto de una ruptura o de un cambio es representado en la superposicin de cruces cristianas sobre motivos rupestres prehispnicos de Betanzos —a diferencias del unkhu incaico de Pigansi pintado en un nivel ms alto y que no oculta los grabados. Desde un registro etnohistrico, la cueva del Diablo ilustra la transformacin de un culto indgena en culto clandestino a un malfico diablo.

Solo sealamos la capacidad que posen estos sitios para sobrevivir al paso del tiempo, reactualizndose a cada momento gracias a la adopcin de nuevos smbolos. Dentro de esta ptica, estos sitios se presentan como textos que nunca se terminan de escribir y donde cada nueva frase se integra con el resto y es susceptible de cambiar el mensaje de origen. Esta lenta acumulacin de mltiples lenguajes y mensajes quedaron impresos en un paisaje ritualizado y en muchos casos subersivos. En tal sentido, estos sitios se acercaran al concepto de "taki", como ciertos cantos, dansas, rutas, que sirvieron a reproducir, pero tambin a construir una memoria local.

NOTAS

[1] Este camino se encuentra hoy en da afectado por la reciente construccin de un camino ms amplio.

[2] Nuestras hiptesis al respecto se vuelcan a pensar que los espaoles fueron conducidos a las minas de Porco, cerro disante de una treintena de kilometros y que en tiempos prehispnicos tambin fu considerado como una poderosa huaca (T. Bouysse-Cassagne) ocultando y preservando —por un tiempo- el Cerro Rico de Potos de las mtalicas ambiciones de los espaoles.

[3] (Bouysse-Cassagne y Harris, 1987)

Preguntas, comentarios? escriba a: [email protected]

Cmo citar este artculo:

Cruz, Pablo. LA MEMORIA DE LOS CERROS. Algunos comentarios sobre los
sitios con arte rupestre de la regin de Potos (Bolivia)
.

En Rupestreweb, /potosi.html

2002

BIBLIOGRAFA

ABSI, Pascale

2001"Le diable au corps. Organisation sociale et symbolique de la production dans les coopratives minires de Potosi, Bolivie." Tesis de Doctorado, EHESS. PAris

2002 "Hombres y demonios en las minas de Potos, Bolivie" dans Demonio, Sociedad y religin entre Espaa y Amrica, Biblioteca de Tradiciones Populares, Vol. XXXV, CSIC, Madrid

ARRIAGA Pablo Joseph de,

1958 [1621] La extirpacin de la idolatra en el Per. Coleccin de libros y documentos referentes a la historia del Per, Lima

arzans de Orsua y Vela Bartolom,

1965 [1737] Historia de la Villa Imperial de Potos. L.Hanke y G.Mendoza Ed., Brown University Press, Providence, Rhode Island

BOUYSSE-CASSAGNE Thrse,

1998 "Attention! Un diable peut toujours en cacher un autre: A propos de l'introduction des images de l'enfer chez les indiens de l'Altiplano bolivien." Traces, n 34, pp.22-39, CEMCA, Mexico

BOUYSSE-CASSAGNE Thrse et HARRIS Olivia,

1987 "Pacha: En torno al pensamiento Aymara" dans: Tres reflexiones sobre el Pensamiento Andino, pp.11-59, Hisbol, La Paz

Capoche Luis,

1959 [1585] Relacin general de la Villa Imperial de Potos. Biblioteca de Autores Espaoles, Madrid

ESTENSSORO FUCHS Juan Carlos,

1998 Du Paganisme la Saintet.—L'incorporation des Indiens du Prou au catholicisme-1532-1750, Tesis de Doctorado, EHESS. Paris

TAYLOR Gerald,

1980 "Supay." Amerindia n 5, pp. 47-63