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Pictogramas e ideogramas: hacia una metamorfosis en la interpretacin de la historia de la escritura 6w4p1a

Edgar Gabriel Surez Higuera [email protected], [email protected]. Lingista de la Universidad Nacional de Colombia. Actualmente es estudiante de la Maestra en Antropologa Social de la Universidad de los Andes.

Resumen

En este trabajo se analiza la historia de la escritura, a partir de una visin interdisciplinaria, para hacer una aproximacin a los planteamientos tericos acerca del discurso oral y escrito. Asimismo, se presentara las diversas consecuencias que tiene la escritura pictogrfica e ideogrfica en las sociedades actuales, y finalmente, se trazara que estos primeros procesos de escritura se pueden estudiar o ejemplificar, por medio de las profundas relaciones que existen con las matemticas, las diversas ciencias, la comunicacin y el arte.

Palabras clave: Oralidad, escritura, arte rupestre, pictograma, ideograma, comunicacin, Lingstica y antropologa.

Abstract

This paper examines the history of writing, from an interdisciplinary perspective, to make an approximation to the theoretical discourse about oral and written language. Also, present the various consequences of pictographic and ideographic writing in today’s societies, and finally, will trace these early writing processes can be studied or exemplify, through the deep relationships that exist with math, various sciences and art.

Key words: Orality, writing, rock art, pictograph, ideogram, communication, linguistics and anthropology.

Introduccin

Figura 1: Torre de babel. (1563). Brueghel el Viejo. (1530 - 1569).

La maldicin de la Torre de Babel pesa todava sobre la humanidad como un terrible castigo. Centenares de lenguas y dialectos separan a los pueblos alzando verdaderas murallas de incomprensin y aislamiento, que incluso en ms de una ocasin han sido causa de odios y guerras. Sin embargo, el argumento de la confusin de lenguas y el intento por conocerlas aparece en la historia de todas las culturas, logrando unificar a la luz de un mismo estudio los contrastes de la oralidad y escritura en el mundo. Asimismo, actualmente los investigadores no podemos proporcionar con el mito de Babel, que una vez se configuraron las lenguas las escrituras surgieron por aadidura, ya que esto no involucrara aquellas lenguas que no cuentan con una transcripcin, a considerarlas como apartadas o incompletas lo cual sera absolutamente falso. Las concepciones del origen del lenguaje dependen entonces, en gran medida de la cultura y de la sociedad de las que el individuo forma parte, de su historia y su ubicacin geogrfica.

Emprendamos de esta manera, un viaje para conocer la historia de la escritura a lo largo de este articulo.

1. Historia de la escritura 3p106w

1.1. Lengua oral y la lengua escrita: primeros esbozos tericos 3u175d

El trmino escritura” desde diferentes perspectivas tericas en antropologa y lingstica ha llegado a aplicarse a un conjunto muy diverso de las actividades humanas. Su principal funcin ha sido la de preservar la palabra formando un conjunto coherente y sistemtico, para la interpretacin del sentido propiamente grfico. De esta manera, los debates interesados en este campo marcaron dos grandes corrientes en toda la tradicin occidental:

La primera tendencia identifica a la escritura con su ejecucin fsica, sus recursos o procesos materiales (la teora de los sistemas de escritura). Un ejemplo de esto, lo encontramos en el ensayo sobre el origen de las lenguas de Jean-Jaques Rousseau (1712-1787), donde se manifiesta segn los momentos histricos de la humanidad, tres maneras concretas con las cuales podemos ver la evolucin de la escritura: Primero encontramos la que describe no tanto los sonidos como si las ideas (los Pictogramas, los Jeroglficos y los Glifos Aztecas), despus la que hace representar las palabras y las proporciones por medio de caracteres convenciones (como los ideogramas en el caso del chino) y por ltimo la que compone las palabras por medio de un alfabeto.

La segunda tendencia identifica a la escritura con sus funciones sociales e intelectuales. En este caso Wilhelm Von Humboldt (1767-1835), en su obra Sobre la diversidad de la estructura del lenguaje humano: y su influencia sobre el desarrollo espiritual de la humanidad (1990), afirma que las lenguas se diferencian gracias a las distintas estructuras que poseen las mismas y a su estrecha unin con la nacin a la cual pertenecen; ya que all es donde el espritu del hombre

vincula su pensamiento al lenguaje de una forma natural. De igual forma, afirma que a la hora de reflexionar sobre el lenguaje en general, as como a la de analizar una lengua particular, salen a la luz dos principios claramente distintos entre s: la forma fnica, y el uso que de ella se hace para designar los objetos y analizar las cosas entre s (Humboldt, 1990:73). Este principio fnico lo enmarca como el constitutivo para la diversidad de las lenguas y su propia individualidad.

Adems, para Humboldt el hombre puede producir con naturalidad sonidos articulados que son el fundamento del habla; este impulso segn asegura nace del alma que es completamente animada y por ello nos diferenciamos de los animales. As, lo nico que constituye el sonido articulado como tal es la intencin y capacidad de significar, pero no de una manera genrica, sino de la forma concreta producida por la expresin de algo pensado.(Humboldt, 1990:89-90). En suma, el autor comenta que los sonidos tienen una serie de restricciones relacionadas a las transformaciones fnicas de cada lengua relacionadas a una serie de leyes y hbitos; de esta manera tomaran una forma determinada permitiendo la invencin de las palabras y de una memoria histrica.

El ataque a la historia de la escritura, sin embargo, vino aos despus con un enfoque realizado por varios antroplogos americanos llamado el relativismo cultural. El pionero en este campo fue Franz Boas (1858-1939), que se centr en una descripcin cuidadosa de los patrones de habla de las lenguas vivas en el continente americano, ya que sus estructuras eran muy distintas a las encontradas en la tradicin europea. Esto le permiti testificar en su primer volumen del Handbook of American Indian Languages (Manual de lenguas indias americanas); que nos compete insistir en que el dominio de la lengua es un medio indispensable para obtener un conocimiento preciso y completo de una sociedad o cultura (Boas, 1911: 60). De forma similar, Edwar Sapir (1884-1939) aos ms tarde agregara que “el lenguaje es un mtodo exclusivamente humano, y no instintivo, de comunicar ideas, emociones y deseos por medio de un sistema de smbolos producidos de manera deliberada. Estos smbolos son ante todo auditivos y son producidos por los llamados “rganos del habla” (Sapir, 2004:14.). Por consiguiente, el habla puede variar puesto que es adquirida culturalmente en diversas sociedades gracias a una herencia histrica, por lo tanto, NO es una actividad realizada por rganos biolgicamente adaptados. Al contrario, es una red diversa que genera adaptaciones en el cerebro, el sistema nervioso, los rganos articulatorios y auditivos que convierten al habla en el nico camino conocido para llegar hasta el pensamiento y nuestras ideas. El lenguaje es por lo tanto el medio fundamental de la comunicacin, aunque no el nico, por eso la ciencia de los signos, denominada semitica (o semiologa), investiga todos los rasgos comunes de signos, su interrelacin y las caractersticas especficas de cada uno.

Ya en la primera mitad del siglo XX, una de las influencias ms claras fue la del ginebrino Ferdinand de Saussure (1857-1913), que plante el estudio del lenguaje, ms exactamente de la lengua; consolidando a la lingstica como una ciencia autnoma y asegurando al estructuralismo como la corriente ms fructfera de su investigacin en las siguientes dcadas. Las ideas tericas de Saussure estn expresadas en su mayora en forma de pares de conceptos: (diacrona frente a sincrona), (lenguaje frente a lengua y frente a habla), (significante frente a significado) o lo que comnmente llamamos en la oracin relaciones (sintagmticas y paradigmticas); todas ellas reconstruidas de las notas de clase y otros materiales de sus estudiantes, que se publicaran en el Cours de linguistique gnrale (curso de lingstica general). Para Saussure (1916), el lenguaje es la facultad de habla presente por herencia en todos los seres humanos que nos sirve para la comunicacin mutua en un tiempo y espacio determinado. Esta facultad se divide en dos aspectos: la lengua que es (el sistema del lenguaje) y el habla que es (la realizacin individual de la lengua en un momento dado por un hablante concreto).

No obstante, el primer aspecto (la lengua), hecho social y colectivo, es el conjunto de normas gramaticales, vocabulario, y sistema de pronunciacin de una comunidad determinada. Por lo tanto, la lengua est constituida por un sistema de signos relacionados entre s para formular mediante unas reglas determinadas unidades mayores. Esta caracterstica del sistema, nos permite formar decenas de miles de palabras e infinidad de mensajes a partir de un reducido nmero de fonemas. Los fonemas, carecen de significacin y se combinan entre s para formar morfemas que componen unidades mayores con significado como las palabras; varias palabras relacionadas conforman sintagmas que se agrupan y combinan entre s para formar oraciones; y finalmente estas se combinan con otras oraciones para formar unidades de comunicacin cerrada e independiente a las que llamamos textos.

Ahora bien, todo acto de habla se manifiesta en una secuencia de sonidos que profiere el hablante y que desde la infancia aprendemos a asociar con significados determinados. En el lenguaje oral los fonemas corresponden a los sonidos y en el lenguaje escrito a las letras. Es por esto que Maranda Pierre y Maranda Elli Kngs (como se cita en Ong, 1994) afirman que la tradicin oral ha sido analizada por los estructuralistas con bastante rigurosidad, pero lastimosamente no ha pasado a ser contrastada evidentemente con la teora escrita.

En un aparte del curso de lingstica se especifica que “lengua y escritura son dos sistemas de signos distintos; la nica razn de ser del segundo consiste en representar al primero” (Saussure, 1987:47). De ah que la escritura tenga la capacidad de difundir informacin con carcter estable, ya que siempre se puede volver sobre lo escrito para confirmarlo, revisarlo, rebatirlo o servir de testimonio. Es por esto que Ferdinand Saussure (1987), a diferencia de Rousseau sustenta que la tipologa de la escritura es de carcter binario, donde primero existe el sistema ideogrfico por el cual, la palabra es representada por medio de un nico signo, diferente a los sonidos de los cuales se compone y el sistema comnmente llamado fontico, que intenta reproducir la cadencia de los sonidos que suceden en la palabra.

Por su lado, Walter Ong (1912-2003), indag en su ms importante obra sobre oralidad y escritura: tecnologas de la palabra, las mltiples formas que el hombre desarrollo desde tiempos antiguos para lograr comunicarse y afirma de manera contundente que “el lenguaje es un fenmeno oral” (Ong, 1994:16). Segn lo anterior, respalda que los planteamientos de Saussure atendieron con seriedad a la primaca del habla oral, porque ello reforz eficazmente la comunicacin verbal y sustenta que en el transcurso evolutivo que tuvieron las lenguas predomino su carcter de permaneca, ya que la escritura no fue desarrollada por todos los pueblos. As “la escritura no puede prescindir de la oralidad” (Ong, 1994:17); y por lo tanto, “podemos llamar a la escritura un sistema secundario de modelado” que depende de un sistema primario anterior: la lengua hablada”. (Ong, 1994:18).

A partir de los anteriores planteamientos tericos de Saussure y Ong, la lengua es considerada bajo dos formas: la lengua oral (donde la palabra sigue connotando en la comunicacin su caracterstica de fugacidad) y la lengua escrita (como subordinada de la primera, conserva como nica funcin el carcter de la permanencia de la palabra a travs del tiempo). Este argumento consolido dos argumentos:

1) la preeminencia oral antes que la escrita y,

2) el carcter fontico que debe poseer la escritura, como un medio de transcripcin de los sonidos que poseen las palabras.

Para la primera nocin, podramos anotar que existen “las culturas orales primarias, aquellas que no conocen la escritura en ninguna forma, aprenden mucho, poseen y practican gran sabidura, pero no estudian mucho” (Ong, 1994: 18.) Igualmente, para Ong (1994) el habla es inseparable de nuestra conciencia; as que es vlido pensar en un aprendizaje grupal guiado a travs de la escucha o la repeticin, que merecen toda la atencin y un serio reconocimiento al ser investigada. Ahora bien, en cuanto a la escritura, se sustenta que ella no redujo la oralidad sino por el contrario la intensifico, convirtiendo al lenguaje en una herramienta ilimitada que busca plasmar la palabra en un espacio. De all que termine por afirmar que existe una “oralidad secundaria de la actual cultura de alta tecnologa, en la cual se mantiene una nueva oralidad mediante el telfono, la radio, la televisin y otros aparatos electrodomsticos que para su existencia y funcionamiento dependen de la escritura y la impresin”. (Ong, 1994: 20.).

Respecto a la segunda nocin encontramos que Jack Goody (1996), testifica que la escritura de la que tanto se afirma es secundaria, bien podra ser por el contrario, el grado ms alto alcanzado por el manejo humano del lenguaje (involucrando cambios sociales y de las estructuras mentales). De igual manera en la domesticacin del pensamiento salvaje (1985), afirma que la introduccin de la escritura supuso cambios no solo en los medios de comunicacin sino tambin en las formas de conciencia. Por lo tanto, una escritura totalmente fontica creara un sesgo al imitar un discurso, ya que no simboliza los objetos del orden social y natural, sino el proceso mismo de la interaccin humana en el habla. “oralidad no es sinnimo de primitivismo, ser grafos en una sociedad grafa no equivale a ser analfabetos, en el sentido peyorativo que el trmino ha adquirido en el mundo alfabetizado”. (Havelock, 1996: 13). En conclusin, la escritura hace posible registrar transacciones comerciales, fijar relatos y composiciones musicales, hacer complejos clculos matemticos, realizar la coreografa para un ballet, elaborar calendarios e informes, y manipular informacin de diverso tipo.


1.2. La consolidacin terica sobre la oralidad y escritura

El problema de la oralidad, finalmente encontrara una luz a su papel en la historia de la cultura humana y su relacin con la escritura, gracias a que surgieron cinco obras literarias con una mirada interdisciplinaria en el lapso de los aos 1962 y 1963: -El pensamiento salvaje- de Lvi-Strauss (1962), -la galaxia de Gutenberg- de McLuhan (1962), -The Consequences of Literacy- por Jack Goody y Watt (1963), -Animals Species and Evolution- de Mayr (1963) y el prefacio a platn de Havelock (1963). Lo anterior seria sealado gracias a la compilacin dirigida por David Olson y Nancy Torrance sobre cultura escrita y oralidad en (1995). En esta obra, se encuentra un artculo realizado por Erick Havelock (1903-1988) donde se expone la llamada “ecuacin oral-escrito” como una formula moderna. Esto quiere decir, que la oralidad se convirti desde el punto de vista intelectual en el referente primordial de la memoria (herramienta mnemotcnica) y la escritura como el instrumento que nos ha permitido reinterpretar, revisar y estudiar nuestros roles en la sociedad para alcanzar nuevos objetivos. Gracias a que existe la imaginacin, vivimos en una cultura que es completamente multisgnica. Un ejemplo de esto, son los cuentos que se reconstruyeron gracias a los hermanos Jakob (1785 - 1863) y Wilhelm Grimm (1786 - 1859), que son el resultado de tradiciones orales legitimas o la fusin de varias versiones en una sola narracin escrita. Equivalentemente, la lectura del libro de Jacques Derrida, De la gramatologa (1967), muestra que el problema de oralidad y escritura entr en la conciencia europea con Rousseau. Su “buen salvaje estaba concebido especialmente como un oralista y sigue estando presente en lo que se est escribiendo hoy en da sobre la palabra hablada y el texto escrito” (Havelock, 1996: 37).

El anterior contexto permiti rescatar desde el punto de vista terico, la prioridad de la experiencia potica apuntando a un nuevo anlisis de las obras clsicas: la Ilada y la odisea de Homero. Por consiguiente, “es evidente el papel de la escritura en el funcionamiento de las lenguas de civilizacin. El vocabulario especializado y los nombres propios se aprenden, junto con los conceptos correspondientes, por la lectura o los medios educativos, ayudados por los libros”. (Swadesh, 1966: 22). Esto sugiere que las culturas ms desarrolladas se fundamentaran en explorar a fondo todos los sentidos (odo, vista, tacto, gusto y olfato) como pilares necesarios al usar tcnicas mnemotcnicas, las formulas o las repeticiones. Para resumir Havelock (1996), afirma que el problema de la ecuacin “oralidad-escritura” no solo es griego sino tambin de inters moderno. la oralidad y la cultura escrita, han sido enfrentadas y contrapuestas una con la otra, pero se puede ver que siguen estando entrelazadas en nuestra sociedad. Desde luego es un error considerarlas mutuamente excluyentes.

La anterior posicin de Havelock es apoyada contundentemente por Nina Catach (1996), ella defiende que siempre ha existido una profundidad intrnseca entre lo oral y lo escrito, aunque existan contrastes que dejan ver cierta autonoma en los dos procesos. Para la autora los hombres reflexionaron por primera vez sobre su lenguaje a travs de la escritura, permitindoles generar investigaciones a travs de los nuevos sistemas de signos que se le presentan ya no por su apariencia, sino por su valor. Segn lo anterior, argumenta que Saussure

“se esfuerza por todos los medios por ponernos en guardia contra esa ‘muestra de horror y falsedad’ que es la escritura, para que los lingistas no desven ninguno de sus pensamientos del verdadero objeto a describir, que es la lengua, la oral o fonmica, es decir la que “pasa por” el fonema. Pero no deja de servirse abundantemente de la escritura en cuanto quiere definir la semiologa, un sistema, un signo, en suma la lengua, y Cmo no hacerlo de otro modo?” (Catach, 1996: 17).

En consecuencia, la autora defiende la superioridad absoluta del alfabeto, pero realiza un llamado radical a los lingistasy antroplogos con el fin que no sigan catalogando las lenguas ms antiguas como primarias (en el sentido de primitivas, simplistas y torpes esbozos de nuestra cultura(1)). Las lenguas orales tienen que defender, que los antiguos sistemas como (Petroglifos, figuras rupestres /geomtricas, pictogramas e ideogramas y otras formas talladas o dibujadas, tanto en la superficie como bajo tierra, construcciones, tumbas, cermica y otros objetos), son de una riqueza fabulosa ya que son los primeros registros grficos aparecidos en la historia.

En esta misma lnea, Luis-Jean Calvet en su obra Historia de la escritura: de Mesopotamia hasta nuestros das (2001), establece que la escritura est ligada desde sus orgenes en parte a medios de expresin pictricos, que fueron perfeccionados en objetos usualmente semantisados por las lenguas para nombrar distintos tipos de signos, hacindolos perdurables a travs del tiempo y el espacio. Aunque todos ellos, nicamente pueden ser sustituidos por el sistema gestual de la lengua que siempre tendr un sentido instantneo por su fugacidad, podemos encontrar que un sistema pictrico puede existir sin la necesidad de una justificacin lingstica.

2. Escritura pictogrfica 2pf5f

2.1. Primeros medios y pintura rupestre 685023

Estudios lingsticos, antropolgicos y arqueolgicos afirman que nuestros antepasados nos legaron sus primeras ideas e impresiones sobre la escritura, por medio de manifestaciones pictricas que eran un modo de ver y entender el mundo. Este punto de partida lo podramos

ubicar hace ms de (40.000 a. C), donde innumerables pinturas talladas del paleoltico superior, permanecieron olvidadas al interior de cuevas agrupadas a lo largo del territorio de la Europa occidental. En este tiempo, el hombre paleoltico, se caracterizo por ser un rudo habitante de las cavernas, que posea un lenguaje rudimentario y cuyo sentido de la sociabilidad era incipiente. No obstante, descubri formas de subsistir como la caza, la pesca y “labro sus sencillos instrumentos y armo y decoro sus viviendas con pinturas que representaban los animales que l vea o cazaba, o que eran reflejo de sus costumbres, sus necesidades o sus aficiones.(Relao, 1949:17).

Fue entonces as, para el ao de 1879, que se descubriran las primeras pinturas paleolticas, gracias a la excursin realizada por Marcelino Sanz de Sautuola (1831-1888), junto a su pequea hija Mara Sautuola a las cuevas en Altamira en Espaa. En aquel lugar, la pequea observo inmensas pinturas de animales que estaban localizadas muy por encima de su cabeza exclamando: “Mira, Pap! Bueyes pintados!”(Garca Guinea, 1979). Desde entonces, se descubrieron incluso pinturas ms antiguas en las cuevas de Chauvet y Lascaux en Francia, donde los investigadores han revelado la existencia de muchas pinturas y signos primitivos, que se parecen a la escritura, pero carecen de la sistematizacin que nos esperaramos de un sistema de escritura. Particularmente, para Renfrew (1993), “la vaca que salta” (Figura 2) de la galera axial de Lascaux; por ejemplo, es un signo misterioso que marca un complejo de sealizadores tnicos pertenecientes a un grupo social del paleoltico, pero que “la mayora prefiere clasificarlos simplemente como “signos”, dado que no sabemos si pretendan representar objetos o ideas.” (Renfrew, 1993:361). Por el contrario, para Senner (2001), “las pinturas rupestres no representan insensateces ni marcas hechas al azar, sino que revelan propsitos representativos estratificados. En algunos casos muestran incluso cierto grado de combinacin productiva, que es uno de los principales criterios de la escritura sintctica”. (Senner, 2001: 12).

Figura 2. “La vaca que salta” de la galera axial de Lascaux, Tomada de Colin Renfrew.
Arqueologa: teoras, mtodos y prctica.
(1993).

Las pinturas rupestres, por lo tanto expresan directamente un significado sin que intervenga una forma lingstica. Esta primera etapa, se la conoce bajo el nombre de “Protoescritura”, testificndose as, que los dibujos o grabados en las rocas fueron el primer paso para el origen de la escritura. En este sentido, podemos llamar Petrogramas a las (pinturas rupestres) y petroglifos(2) a las (tallas/grabados rupestres).

En consecuencia de la historia, tambin existieron algunos sistemas rudimentarios de escritura, que no tienen como origen la base del dibujo y no hacen en lo absoluto el empleo de la lnea, sino de objetos reales, indudablemente emblemticos. Es pues una escritura de tres dimensiones en vez de dos, y en la que adems interviene el color como un elemento fundamental. Este ejemplo, lo tenemos en los quipus (figura 3) de los indios del Per, que consistan en unas cuerdecillas de diferentes longitudes y colores, dispuestas en grupos de variable grosor, formando as nudos ms o menos complicados.

Figura 3. Tomada y adaptada de Alfredo Relao. Historia grfica de la escritura. (1949).

El aprendizaje de esta tcnica era obligatorio y solo algunos gozaban de un estatus especial para su desciframiento. El quipu (o nudo en quechua), se poda leer de derecha a izquierda del cordel principal, siguiendo cada hilo que surge de acuerdo a la posicin o la cantidad de nudos, como la informacin cuantitativa y segn los colores se indicaba la naturaleza del objeto representado. Aqu, por medio de una clave, sin duda bastante difcil, se sugeran conceptos y relaciones, que probablemente establecan instrucciones, medidas y cifras, combinaciones alfabticas o finalmente las leyes. Segn las investigaciones, este sistema no pudo llegar nunca a un gran desarrollo comparable a otros sistemas de escritura por no ser plasmado de manera visual. No obstante, para autores como Burns (2001), abordar el estudio del quipu como un verdadero instrumento de comunicacin nos podra llevar a entender el sistema de escritura fontico que elaboraron los incas. Asimismo, lograramos entender como los peruanos lograron transformar la materia inerte en obras tan irables que pasan por aspectos tan variados como la arquitectura, la ingeniera o las artes.

2.2 Pictogramas

Figura 4. “Dos personas en un barco, o es un trineo?” “El significado exacto de este grabado en roca de la Escandinavia de la edad de bronce nos resulta confuso sin ninguna evidencia adicional”. Tomada y adaptada de Colin Renfrew. Arqueologa: teoras, mtodos y prctica. (1993).

Los primeros registros sobre la escritura han logrado ser reconstruidos gracias a los hallazgos arqueolgicos realizados en la antigua Mesopotamia, Creta, Egipto, y China. Generalmente estas investigaciones establecieron reglas para encontrar la relacin que tenan los smbolos y los sonidos de la lengua, diferenciando claramente los sistemas fonticos (la mayora actualmente) y los no fonticos (los de la historia primitiva). Tambin las investigaciones utilizaron la grafmica(3) para entender, las mltiples convenciones de tamao, estilo, configuracin y direccin de los smbolos que los pueblos manejaban al escribir. Esto era realmente importante, ya que los grafemas son unidades abstractas que pueden adoptar distintas formas (variaciones fsicas), dependiendo del estilo de escritura o tipografa, de all que pueda aparecer G —› (g),(?),(?),(?), y siempre los lograremos reconocer puesto que esto no cambia la identidad subyacente.

A saber, todos los smbolos cualesquiera que sean, tienen siempre interpretaciones diferentes, pero estas pueden tener mayor o menor convalidacin en el contexto sociocultural en el cual emergen y los sujetos que la reciben. Estas figuras se conocern en la historia de la escritura con el nombre de pictogramas puesto imitan y describen la realidad, presentando verdaderos relatos por medio de dibujos plasmados en piedras, madera (tablillas), metales, caparazones y rboles. Por ejemplo, para Arnhein (1997), si comparamos dos patos que caminan en fila india (superpuestos) y otros dos que se encuentran totalmente separados (figura 5), podramos deducir que los primeros comunican de una manera ms poderosa el hecho de estar <<juntos>>, ya que a simple vista, los dos forman un nico componente visual. Por el contrario, la segunda pareja aunque involucra una cercana, obligara a las personas a realizar ms abstracciones pues no se puede asegurar que funcin cumple cada animal en la escena.

Figura 5. Tomada de Rudolf Amheim. Arte y percepcin visual. (1997).

Segn lo anterior, una posible lectura de este tipo de escritura consistira primero en reconocer los smbolos, y luego asociarlos a una secuencia real y verbalmente coherente, que permita interpretar el punto de vista de la lengua en la que se esta hablando. De la misma manera, para Edgar H. Sturtevant (1875-1952), el lenguaje es igual de antiguo que la sociedad humana y esto hace posible que ella pueda estar organizada. En comparacin, la escritura es una invencin moderna. Si nos parece ser muy antigua, es porque la historia se registra nicamente por escrito, y as no puede haber una historia ms antigua que la escritura”. (Sturtevant, 1963, p.19). La conexin entre el habla y la escritura es evidente, sin embargo, esto constituye que la primera tiene una mayor antigedad que la segunda. “Que no quiere decir, por supuesto, que la comunicacin depende necesariamente del habla”. (Sturtevant, 1963, p.19).

En suma, muchos estudios han demostrado que una historia puede contarse a travs de imgenes, ya que ellas pueden llevar consigo la mayora de mensajes con eficacia. Segn Sturtevant, un ejemplo de lo anterior, lo encontramos en la escritura pictrica que los indios americanos utilizaban con bastante familiaridad y practica, para comunicar sus conocimientos a travs de un mensaje especfico. Observemos la figura nmero seis (6), que es la reproduccin de una carta de un jefe indio al presidente de los estados unidos:

Figura 6. Tomada de Edgar Sturtevant. An Introduction to Linguistic Science. (1949). Adaptacin.Surez (2010).

“El destinatario de la carta (8) tiene una cara blanca y se encuentra en una casa blanca. Esto hace evidente el objetivo: es para “el hombre blanco en la casa blanca”. El escritor (I) pertenece al ttem del guila; las lneas encima de la cabeza indican que l es un jefe, y su brazo extendido denota una oferta de amistad hacia (8). Detrs de l estn cuatro guerreros del ttem del guila (2,3,4 y 5). El nmero (6) es un guerrero del ttem bagre y su corazn indica que cualquier decisin tomada por los indgenas une la naturaleza, los animales y humanos en la lucha de una misma idea. El nmero (9) no es identificado por su ttem, pero por el mayor nmero de lneas que se levantan de su cabeza indican que l es un jefe ms poderoso y antiguo que el numero (I). Las lneas que conectan a todos con los ojos indican la armona para vivir juntos. Por lo tanto, las casas debajo de los tres guerreros menores (3,4 y 5) indican que ellos aunque tienen una cosmovisin independiente, pueden adoptar algunas costumbres del hombre de la casa blanca (8) para obtener as la paz y amistad entre pueblos”. Tomado de (Sturtevant, 1963, p.20). Adaptacin /reinterpretacin: (Surez, 2010).

Observando lo anterior, se puede afirmar que los sistemas de comparacin y semejanza varan en el tiempo y los cdigos culturales. Dos individuos pertenecientes a dos culturas no juzgan semejantes exactamente a las mismas imgenes, incluso los de una misma cultura no suelen juzgar de manera semejante una imagen si pertenecen a la misma cultura. As, la anterior carta para se puede reinterpretar ms o menos como: “yo, un jefe del ttem guila y varios de mis guerreros, junto a otro del ttem bagre que representa el mundo, y el jefe mayor que es ms poderoso que yo, nos unimos para ofrecerle nuestra amistad a usted, el hombre de blanco que vive en la Casa Blanca. Compartimos las mismas costumbres de los hombres al igual que usted, y cuando llegue el tiempo mis tres guerreros menores las adoptaran cuando vivan en sus casas para obtener la conciliacin entre los pueblos”.

Muchas pictografas tambin dependen de que sean narradas directamente a travs del lenguaje articulado para descifrar los mensajes. Esto lo podramos ejemplificar con una carta de amor encontrada en la tribu siberiana de los Yakaguiries. Aqu la mujer enamorada se representa con la flecha del lado derecho (morada) y con la del lado izquierdo a su enamorado (verde). A continuacin, lo que encierra cada flecha representa una casa, de all que slo veamos el techo de la vivienda del enamorado lo cual indica su lejana para un compromiso de cualquier tipo con la muchacha. Al enterarse de que su amor es imposible, la mujer marca en el techo de su vivienda dos vigas entrecruzadas que representan su inmenso dolor y tristeza.

Figura 7. Tomada de Pascal, P. L’homme et son longuge. (1968).

Por ltimo, Wayne Senner (2001), afirma que “los pictogramas no son exclusivos de los sistemas antiguos de escritura, y en realidad se encuentran en todas partes incluso en nuestro moderno mundo alfabetizado, desde las seales viales hasta las familiares siluetas en la puerta de los baos.” (Senner, 2001: 15).

Segn mi punto de vista, los pictogramas deberan tener un mayor inters para nosotros como investigadores, desde reas como la lingstica, antropologa y la arqueologa por las siguientes razones:

1. Diversos murales contienen elementos ornamentales, simblicos, geomtricos y curvilneos dibujados en forma de conjuntos. Varios registros demuestran la hiptesis de que muchas figuras esquemticas, que posean rayas y puntos notables en estas pinturas pueden interpretarse a manera el principio de un sistema numrico. Para este ejemplo, podramos observar la figura (8) que es una descripcin grfica de una expedicin de los indios norteamericanos de los Grandes Lagos. “vemos cinco piraguas, ocupadas por cuarenta y cinco personas. El hombre a caballo representa al cabecilla. El guila, el valor. La tortuga, el buen xito. Tres soles bajo tres bvedas celestes, sealan que la duracin de la expedicin fue de tres das. (Relao A. y E., 1949, p.18).

Figura 8. Tomada y adaptada de Relao Alfredo y E. Historia grfica de la escritura. (1949).

2. Algunos pictogramas representan con las imgenes algunos signos distintivos al espacio donde claramente se puede referenciar un lugar geogrfico o fenmeno climatolgico: (montaas, ros, lluvias, caminos, pueblos, bosques, mares, vientos, selvas, etc.). Para este ejemplo, podramos observar una pintura rupestre del sur de Zimbabwe (figura 8) que representa una ceremonia de la lluvia:

Figura 9. Tomada de Senner, Wayne. Los orgenes de la escritura. (2001).

3. Otro de mis principales objetivos en este artculo es sealar que la escritura pictogrfica o la escritura ideogrfica, estn presentes en objetos artesanales como (mochilas, cermicas, textiles, tablas de madera, etc.); que han sido los dos medios ms eficaces para conservar y comprender hoy en da, las diversas cosmovisiones que tienen algunas culturas indgenas. Desde el punto de vista lingstico, la semiologa y la semitica han elaborado estrategias de investigacin para analizar el arte como un lenguaje. Al respecto, recordemos que Umberto Eco afirm que

“toda la cultura se considera como un sistemas de signos, en el que un significado de un significante a su vez se convierte en significante de otro significado, o incluso en el significante del propio significado, independiente del hecho de que sean palabras, objetos, cosas, ideas, valores, sentimientos, gestos o comportamientos. As, la semiologa se convierte en la forma cientfica de la antropologa cultural.” (Eco, 1988, p.187).

Segn lo anterior, estos dos instrumentos (la semiologa y la semitica), son potencialmente tiles para aplicar el anlisis de los signos en contextos de la vida social y nos permiten abrir puertas a cierta informacin que no es accesible de otra manera. En consecuencia, tambin debemos recordar que los elementos artesanales poseen una significacin y reglas especficas de elaboracin, que giran en torno a la construccin de un texto. Por lo tanto, los mensajes(4) presentan mltiples formas o escenas conforme a un cdigo de signos y reglas combinatorias, que pueden ser ledas (interpretadas), por un miembro de la comunidad que finalmente seala aspectos de inters social, mgico, religioso o incluso de nivel funcional. Con el paso del tiempo, es interesante encontrar que estos elementos han sido transmitidos de generacin en generacin, a travs de la memoria colectiva y actualmente son considerados como verdaderos libros que circulan en todo el eje social, sin que exista la intervencin de personas ajenas que lo motiven.

A continuacin, propongo cinco maneras para analizar el grado de la figuracin y la abstraccin que pueden llegar a poseer algunos objetos artesanales y narraciones orales:

En primer lugar, la escritura pictogrfica en objetos artesanales, seria privilegiada cuando la narracin sea imitativa o descriptiva, pues sabemos que en el mundo existe una relacin directa con la realidad y la naturaleza. Por ejemplo, podemos observar que las pictografas del simbolismo en los indios Tukanos del Vaups, son figuras zoomrficas de aves, felinos y reptiles, que pueden ocurrir “realmente” o ser representadas antropomrficamente para crear seres mitolgicos en la historia del hombre como lo ilustra la figura (9):

Figura 10. Tomada de Reichel-Dolmatoff. Desana: simbolismo de los indios Tukano del Vaups. (1968).

En segundo lugar, en la escritura pictogrfica siempre se tiene que observar si existe la representacin de la figura humana, pues ella comunica la informacin sobre fenmenos sociales y evidencia el estado, condicin o forma de una cultura. Importancia nuevamente en la figura (9).

En tercer lugar, las figuras mitomrficas de seres no naturales, como pueden ser el hombre pjaro o el hombre jaguar en la tradicin colombiana, representan un cruce entre la imaginacin mitolgica y una forma de la abstraccin. Por ende, estos elementos son de un alto valor ya que son las formas conceptuales en las que el artista hace la interpretacin de una idea.

En cuarto lugar, las narraciones y las representaciones que nos conducen a interpretar una organizacin social de un pueblo, pueden contener elementos de un alto valor iconogrfico. Por ejemplo, los oradores Tatuyo relatan una historia cuya funcin es la de poder establecer su estructura social. Este mito afirma que existi un antiguo ancestro de los hombres llamado <la anaconda celeste> (figura 11), que recorri el “Camino de las aguas del Yurupar” con el anhelado propsito de estar junto al padre Sol. Cuando la serpiente paraba a descansar cerca a las orillas del ro Pir-Paran, fue perdiendo segmentos de su cuerpo y de esta manera dispuso la localizacin y jerarquizacin de diversos clanes totmicos a lo largo del ro Vaups. Para Franois (1996), la anaconda ancestral es una mltiple representacin simblica: su desplazamiento esboza el camino de la gente, el ro como eje del mundo y la orientacin del universo.

Figura 11. Propuesta personal y grfica para la “Anaconda celeste”.

Los tatuyos por el hecho de considerarse a s mismos como una parte de la anaconda celeste, se consideran parientes consanguneos de todos los individuos que provienen de un mismo segmento especfico en la gran serpiente. Por lo tanto, cualquier relacin con un integrante del mismo grupo social, es visto como un acto de incesto y la nica manera de conseguir pareja es intercambiando mujeres de las otras comunidades a lo largo del rio. Otra particularidad, es que si un hombre fallece tambin lo hace consigo una parte de la anaconda, razn por la cual su nombre es transmitido a toda una descendencia.

Otros trabajos, como el de Luz Helena Ballestas (2007), tambin demuestran que la serpiente es un animal que frecuentemente est representado en el pensamiento de las diversas culturas indgenas. Su trabajo desde una perspectiva artstica, propone que “las relaciones de la forma con el sentido por cuanto los diseos, o bien son sntesis de la anatoma del animal, o bien estn conjugados con sus atributos, lo que deriva en smbolo.” (Ballestas, 2007, p.6). La estilizacin de las formas permite que los indgenas puedan simbolizar con una alta variedad de elementos sus concepciones culturales, y esto adems contribuye a extender la gama de posibilidades visuales en el nivel ornamental.

Figura 12. Tomada de Luz Helena Ballestas. La serpiente en el diseo indgena colombiano. (2007).

Finalmente, los signos geomtricos son elementos abstractos donde podemos identificar hechos conceptuales pero no narrativos. Son signos que comunican elementos de la cosmologa y tienen que ver con fenmenos naturales y categorizacin cognoscitiva. Hay cuatro signos geomtricos que dominan el diseo de las superficies pintadas y son la espiral/el disco/el circulo, el escaln, la cruz/estrella/diamante y la lnea demarcadora. Estos smbolos se manejan en formas distintas en cada grupo precolombino y son particulares en nuestro pas y algunos pases suramericanos. Por ejemplo, los cham(5), en el libro publicado por Luis Guillermo Vasco (1975), se afirma que la cestera es una prctica realizada por las mujeres desde una muy temprana edad, y que la combinacin de los distintos dibujos se hace gracias a que se han memorizado a lo largo del tiempo. Tambin agrega como observacin contundente que “para hacer canastos, por tejido cruzado, es necesario tener desde el principio las fibras del tamao, color y cantidad necesarios para cada tipo de canasto. Por eso lo ms difcil “es empezar, despus sale casi solo” siempre se toman las mismas cantidades de fibras teidas y sin teir.”(Vasco, 1975, p.105).

Figura 13. Tomada de Luis Guillermo Vasco. Los Cham: La situacin Indgena en Colombia. (1975).

3. Ideogramas

3.1 Pictogramas, Ideogramas y logogramas en la cultura

Como mencione anteriormente, la comunicacin entre seres humanos se establece mediante el lenguaje oral o el lenguaje escrito por medio de signos. Un signo es utilizado para evocar una forma lingstica que distingue dos partes interdependientes: el significado, que es la idea que pretendemos transmitir, y el significante, que es el gesto, el sonido, la palabra o cualquier otro estimulo acstico, con el que pretendemos decir algo a otro. De esta manera, encontramos que “muchos signos contemporneos son ideogrficos, como las lneas diagonales que expresan prohibicin (por ejemplo de girar a la derecha). Signos como los de “no se iten perros” y “no planchar” mezclan pictogramas e ideogramas.” (Crystal, 1987: 198).

Figura 14. Ilustracin del ejemplo mencionado por Crystal (1987).

A saber, los ideogramas tienen como caracterstica fundamental el hecho de que los signos no representan sonidos sino ideas como en el caso de la escritura china. De lo contrario, algunos ideogramas se combinan con otro tipo de logogramas, que son completamente arbitrarios y no poseen ninguna relacin con la realidad en trminos de ideas o conceptos. Por ejemplo, los sistemas logogrficos actualmente ms desarrollados se encuentran en las notaciones cientficas, como las de la lgica, la fsica, la qumica y las matemticas (figura 10). En este sentido, nicamente el principio pictogrfico predomina con la mayora de las figuras geomtricas, ya que al dibujar un triangulo, de alguna manera estamos retratando la imagen de uno real, cosa que no se podra decir de un nmero que requiere de una abstraccin absoluta.

Figura 15. Notaciones matemticas, cientficas y artsticas que mezclan ideogramas, pictogramas y logogramas.

3.2. Ideogramas: La escritura china.

Desde sus primeros testimonios, la escritura china parece haber ido mucho ms adelante por el camino de la notacin ideogrfica que cualquier tipo de escritura. Esta lengua tiene como caracterstica fundamental representar palabras o ideas completas. En cuanto a esto, todas las palabras comparten desde el punto de vista fontico una pronunciacin particular y no pueden, en teora, ser denotadas ms que por un signo que se aplica nicamente a ellas. Por ejemplo, la silaba est compuesta por el smbolo inicial “m” y el sonido final “a”, pronunciados con el primer tono llamado pleno. Estos tres elementos juntos dan origen a la palabra “madre”, pero si esta misma secuencia se pronuncia con el tercer tono (descendente-ascendente) la palabra significa “caballo” y se escribir , de esta forma el carcter sinttico de la silaba desde el punto de vista fontico responde al carcter sinttico del signo desde el punto de vista grfico.

Figura 16. Dos Ideogramas: paramadre”y para “caballo”

La compleja deduccin final posee entonces un margen de ambigedad bastante amplio, y es precisamente esta imprecisin la que resalta el inters en los rasgos de los caracteres, ya que son en gran parte los indicadores del valor esttico que permiten un constante aprendizaje al nio que empieza a leer o escribir. En efecto, la clase de representacin visual ms simple, tal como lo encontramos en la actualidad, es en “los dibujos de nios pequeos y de artistas del mesoltico, y en el ideograma chino que significa hombre, ya que presenta una estructura muy semejante a las imgenes normativas que nos hacemos mentalmente.(Arnheim, 1997: 143).

Figura 17. Tomada de Rudolf Arnhein. Arte y percepcin visual. (1997: 143).

Gracias a que los caracteres se conjugan en la relacin que establecen entre s para formar la frase, tambin son capaces de mantener una absoluta autosuficiencia, convirtiendo este sistema de escritura en un universo de significacin cerrado, formal y conceptualmente establecido; de esta forma el carcter de la escritura china puede permitir un ejercicio de competencia que esta completamente vedado al signo fontico y cuya energa siempre depender exclusivamente de su articulacin. En consecuencia, la escritura china y sus caracteres han sufrido tal grado de abstraccin que hoy en da existen cinco formas distintas para reconocer estos smbolos que me encargare de ejemplificar a continuacin:

En primer lugar, existen los pictogramas o signos cuyo origen directamente es grfico (figura 18):

Figura 18. Evolucin de izquierda a derecha de dos pictogramas a ideogramas:
el primero es sol (R
), y el segundo la luna (Yu ).

Estos dos smbolos son los ms primitivos en la historia de la escritura ideogrfica y sus orgenes se comparan a los principios de la escritura egipcia y cuneiforme que buscaban la representacin pictrica directa y poseen una profunda relacin con el uso de figuras geomtricas. As, el sol (R ), fue representado por medio de una figura circular con un punto en el medio para encarnar el lugar donde naca el oriente, y la luna (Yu ), como un radical que se sita siempre a la derecha de otros, para mostrar su evolucin representada en las fases lunares a lo largo del tiempo.

En segundo lugar, tenemos los ideogramas que representan con medios lgicos y visuales los nmeros. Por ejemplo, (1, 2 y 3), se representan con una, dos y tres lneas horizontales, ya que as se hace se hace referencia a la cantidad de elementos que visualmente son percibidos como una sola unidad. Sin embargo, la distancia entre los elementos y su ritmo debe demostrar la conexin entre la realidad, de all que se haga una metfora con los dedos de la mano como lo observamos en la figura 19:

Figura 19: ideogramas lgicos y visuales para uno.

En tercer lugar, tenemos una lgica mucho ms compleja, relacionada ms con las ideas que con lo visual. Observemos la figura 20:

Figura 20: ideograma ( to) “separar” “entender”

El ideograma ( to) significa a la vez separar y entender (aunque el dibujo original es un cuchillo que corta a un objeto en dos elementos). Culturalmente, para el chino entender una cosa es sinnimo de cortarla, desmenuzarla y analizarla como la herramienta, y no meramente verla como un proceso cognitivo. Es decir, el oriental se ha convertido en un hombre de mentalidad inductiva en vez de deductiva como lo es la del occidental.

En cuarto lugar, los ideogramas usan el principio del acertijo, que debe comprenderse a partir del contexto, ya que algunos caracteres son palabras homfonas. Esto lo observamos claramente con Z (nio) y Z (escribir). Lo nico que nos permite reconocer el cambio es el nivel tonal (descendente-ascendente) o (bajo). Si yo quiero decir que “el nio escribe combinara Z Z, pero si lo pronuncio errneamente tendra estas otras explicaciones: Z Z “un nio y otro nio”, Z Z “(yo) el escritor y un escritor” o Z Z “escribe un nio”.

Finalmente, existen los ideogramas del grupo "semntica-fontico", los cuales se basan en una combinacin de un carcter que indica el significado junto con otro que indica su pronunciacin. Es decir, un sistema de escritura ideogrfico crea una mentalidad ms dispuesta al anlisis que a la sntesis. Por ejemplo, el nio occidental al aprender a leer y a escribir ve en la palabra pjaro, seis letras p-a-j-a-r-o, que por separado no tiene ningn significado, pero al unirlas (sntesis), ve una palabra que la asocia a un concepto concreto: pjaro. Sin embargo, el nio oriental ya ve directamente un pjaro (de una forma concreta), perdiendo el hbito de la sntesis. Por el contrario cuando ve el carcter (naku) que significa (piar, graznar, cantar o emitir la voz de cualquier tipo de ave), el nio oriental ve una boca (kuchi ) y un pjaro , es decir que realiza inconscientemente el anlisis de un signo.

Figura 21: ideogramas para pjaro y (naku) “piar, graznar, cantar o emitir la voz de cualquier tipo de ave).

Ahora bien, observemos otro ejemplo con el ideograma que representa al corazn << Xn>>, aunque su funcin ideogrfica es de simbolizarlo como el rgano fisiolgico, se emplea ms en el sentido del corazn o sentimiento como pasa en las lenguas occidentales, sin embargo este carcter tambin representa la mente, es decir que mientras para los occidentales existe una asociacin de ideas (mente/cerebro), para ellos es (mente/corazn). Segn lo anterior, el hombre es capaz de reconocer las motivaciones entre el bien y el mal; explicando la primaca que concede el oriental a la pasin y a la corazonadas (presentimientos), frente al fri razonamiento del occidental. Un ejemplo de lo anterior lo encontramos en el proverbio annimo: “si tus palabras no son como la miel, es porque tu corazn fue traspasado por una helada daga”.

Figura 22. Ideograma (Xn) que se utiliza hablar del corazn.

Igualmente, por medio del estudio de los diferentes radicales bsicos y la formacin de caracteres ms complicados, se pueden hacer interesantes observaciones que nos pueden ayudar a comprender la elaborada mentalidad oriental. Este ideograma, ( Xn), simplificado por ejemplo, entra a formar parte como radical de otros ideogramas compuestos, dndoles un significado de afecto, pasin o estado de anim como lo podemos ver en: (ai ) que se traduce como “amor” (figura 23).

Figura 23. El ideograma ( Xn) o “corazn” cuando entra a formar parte como radical en el ideograma ( ai ) “amor”.

Para finalizar este apartado, me gustara mencionar que la escritura china forma una parte importante de la cultura y de la forma de ser “oriental”. Por consiguiente, aprender los ideogramas chinos nos debera motivar a que existen relaciones entre muchos conceptos e imgenes que pueden ser aplicados a pictogramas u otros primeros sistemas de escritura en o culturas que son totalmente grafas.

Conclusin m6b4

El lenguaje, que es una facultad humana se representa de dos formas: una oral y una escrita. La modalidad oral es inherente al ser humano como especie, y por esto la podemos denominar como una funcin biolgica. Una caracterstica esencial del habla es que es efmera, su realizacin es de forma continua y lineal, y se desvanece a medida que pasa el tiempo.

En contraposicin, la modalidad escrita es artificial, es decir, es una tecnologa creada por el ser humano para representar precisamente los sonidos del habla. Es decir, la escritura se apoya en implementos como la roca, el bronce, la arcilla, el papel o la pantalla de un computador para su realizacin, adems del punzn, la pluma o el teclado que serian aquellos equivalentes a los rganos del habla. Su realizacin busca plasmar los sonidos de forma grfica, lo cual la hace esttica, artstica, y eterna.

El habla no requiere de un aprendizaje formal (como si pasa en la escritura), esta se aprende como parte del proceso de socializacin. No obstante las manifestaciones comunicativas orales no son del todo tan “naturales”, ya que algunas de ellas son preparadas con antelacin, siguen un “ritual” o un protocolo y se apoyan en la escritura. Por lo tanto, el discurso escrito es un hecho localizable, y se remonta a las representaciones icnicas de la realidad (pictogramas e ideogramas). Su representacin ms notable es la escritura alfabtica, logrando una representacin econmica y funcional de las unidades lingsticas que an debemos seguir re pensando para generar una transformacin en la forma de narrar la historia de la escritura.

NOTAS

1. Para Giorgio Cardona (1994), la lingstica se ha convertido en el instrumento irreemplazable para conocer las diversas culturas. Por lo tanto, “no tiene sentido hablar de formas menos o mas evolucionadas por cuanto cada sociedad habr de exhibir aquellos tipos de escritura que le sean connaturales y necesarios o bien adoptar elementos exteriores por efecto de presiones e impulsos de aculturacin, y en este caso los integrara en los otros sistemas simblicos suyos; pero podr no exhibir o no adoptar ninguno y no por eso caer en la anarqua o el desorden.” (Cardona, 1994: 24).

2. Los petroglifos, aparte de su gran inters como contribucin al mejor conocimiento de la cultura precolombina, constituyen una de las caractersticas ms sobresalientes de nuestras expresiones autctonas. Estn dispersos y perdidos por todo el continente americano, y aunque su aparicin muchas veces queda envuelta en un misterio, no hay duda en el hecho de su procedencia indgena, siendo como tal el producto de un medio, una circunstancia, y al mismo tiempo, afirmacin de un antecedente que entra al debate de las preocupaciones estticas actuales por su sintetismo primitivo. (Padilla, 1956, p. 86).

3. “La grafmica es el estudio de los sistemas de smbolos que han sido creados para transmitir el lenguaje en forma escrita.”(Crystal, 1987, p.194).

4. Dicho mensaje tiene dos dimensiones distintas, la semntica y la esttica, estructuras denotativa y connotativa. As, por ejemplo, la funcin de un canasto de fibra vegetal es la de contenedor y corresponde al campo semntico (connotativo), y los caracteres ornamentales del costo como as mismo, el estatus social que otorga la sociedad del objeto, pertenecen al aspecto emotivo (connotativo).” (Dupey, 1987: 85).

5. Son un grupo tnico indgena, que habla un dialecto de la lengua Ember. Cham quiere decir “cordillera” y embera significa "gente"; los Chames son entonces la gente de la cordillera, por oposicin a los Embera que viven en las selvas de las llanuras de la regin del Pacifico y a los Embera-kato las cuencas de los ros de Uraba y el alto Sin.

Preguntas, comentarios? escriba a: [email protected]

Cmo citar este artculo:

Surez Higuera, Edgar Gabriel. Pictogramas e ideogramas: hacia una
metamorfosis en la interpretacin de la historia de la escritura.

En Rupestreweb, /pictogramas.html

2012

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